tudela. Después de tres años sin oír hablar del proyecto de la nueva urbanización en la zona de Gardachales, los propietarios han vuelto a reactivar la construcción de esta zona de crecimiento situada a las afueras de la ciudad, en dirección a

Fontellas. Propietarios y responsables del diseño se reunieron recientemente para tratar de establecer una serie de fases de construcción dado que en la situación económica actual se hace inviable acometerla en una única fase tal y como se planteaba antes de la crisis. “Cuando se diseñó era un proyecto a ejecutar en una única fase, algo que en estos tiempos es inviable porque la inversión en infraestructuras que hay que hacer supone un gasto enorme para los propietarios hasta que empezaran a recuperar dinero. “La ley permite ahora que se ejecute en fases más pequeñas”, explicó el responsable de Urbanismo, Daniel López. La intención del Ayuntamiento es que su construcción se realice más “como una balsa de aceite” que sin criterio ni orden alguno. “La urbanización debe crecer más ordenada, haciendo caso a las infraestructuras de saneamiento. Presentaron un pequeño plan dividido en cinco fases, incluida la cero para las infraestructuras. La planificación se basaba en la edificabilidad y que el pago de cada promotor fuera equilibrado. Pero vimos que debían ser algo más acordes a las necesidades del Ayuntamiento y a los servicios que van a tener”, explicó López.

En este sentido, al ser el gran parque de 41.000 metros cuadrados la construcción más emblemática de la urbanización, el Consistorio no quería dejarlo para el final, aunque entendía que no se podía hacer al principio al suponer un gran desembolso. “El elemento estrella no puede quedar para el final y hay que equilibrar el tema dotacional, aunque entendemos que tampoco se puede hacer lo primero. El parque es una infraestructura grande y hay que planificar porque es una carga bastante grande para los propietarios, pero tampoco se puede dejar para el final”, concluyó. Pese a todo, no existe fecha para el inicio de las obras de un proyecto cuyo nuevo diseño en fases deberá ser aprobado y revisado por la comisión de Urbanismo.

zonas Los primeros diseños de este barrio se empezaron a conocer en el año 2002. Abarca 50 hectáreas que van desde el instituto Benjamín de Tudela hasta la vía del tren y desde la rotonda de Gardachales (junto a la gasolinera de San Rafael) hasta la Vía Verde del Tarazonica, que se incorporaba al barrio como límite. Algunas de las zonas delimitadas son: 26.000 metros cuadrados para instalaciones deportivas, 40.000 comerciales y 86.000 de zonas verdes. El coste de la urbanización de todo el barrio se calculó en 2014 que sería de 23 millones de euros y su construcción tardaría alrededor de 15 años.