tudela. El pleno del Ayuntamiento de Tudela aprobó por unanimidad una moción para comenzar a dar pasos hacia el traslado de las subestaciones eléctricas (ubicadas en los barrios de Lourdes y la Azucarera), fuera del casco urbano. La propuesta, presentada por la CUP, incluía cuatro puntos, si bien los dos primeros se modificaron, a petición de I-E, para ser aprobada. Así, todos los grupos municipales acordaron que en la revisión del PGOU, ya iniciada con la EMOT, se tendrán en cuenta las consideraciones que regulen que estas actividades estén alejadas de núcleos urbanos, a una distancia mínima de seguridad, estudiada técnicamente. Asimismo, plantean encargar un estudio al Instituto de Salud Pública que tiene posibilidad medir los campos electromagnéticos, a solicitud de los entes locales afectados, tanto en el interior de los hogares próximos, como en el entorno de las subestaciones y su repercusión en la salud del vecindario para después elaborar el informe para una posterior actuación.

Los grupos también acordaron celebrar una reunión a tres bandas en la que participen Ayuntamiento, vecinos e Iberdrola para “observar la actitud que mantienen sobre estas subestaciones y estudiar las alternativas que se pueden dar para solucionar este problema”. Por último, tienen previsto solicitar a la dirección de Industria, Energía e Innovación de Gobierno de Navarra la información que dispongan sobre estas centrales para que sea pública.

Pese a aprobarse por unanimidad

y dejar todos los grupos claro el deseo de que las subestaciones estén lo más lejos posible de los cascos urbanos, los portavoces de algunas formaciones realizaron algunas apreciaciones antes de la votación. Daniel López (Tudela Puede) señaló que hay que tener en cuenta que la realidad de las dos subestaciones no es la misma. Mientras el PGOU sí que contempla la desaparición de la del Barrio de Lourdes, no lo hace con la de la Azucarera, que se encuentra en un “espacio dotacional consolidado”. No obstante, añadió que el Plan General sí que podría contemplar que acabe integrándose en un futuro en la que está previsto instalar en el nuevo Barrio de Gardachales. Por su parte, José Ángel Andrés (PSN), señaló que se trata de una reivindicación histórica. “Llevamos años sin hacer nada y hay que poner el foco porque es deseable que se alejen lo más posible del casco urbano por las afecciones que pueden tener, aunque no están probadas”. Un aspecto que defendió también Félix Zapatero (UPN) que apuntó que “no se puede alarmar a la población porque los estudios realizados indicaban que eran más elevadas las ondas electromagnéticas en las casas que en la subestación eléctrica”.

la clave

l Estimación. Olga Risueño

(I-E) recordó que en 2008 cuando se hablaba de sacar las subestaciones eléctricas fuera

de la ciudad se cifraba el coste entre 8 y 11 millones de euros, una cantidad que no podría asumir el Ayuntamiento, que se vería obligado a buscar financiación externa.