El Centro Cívico El Molinar ya es una realidad. Tras varios meses de obras de adecuación del edificio que hasta hace apenas tres años albergó las dependencias de Policía Local, el espacio ya está listo para acoger la actividad regular de colectivos y entidades exclusivos de Tudela o que también operan en la ciudad. Una nueva instalación que se suma alas ya existentes en la capital ribera, ampliando la oferta de centros cívicos municipales y sirviendo como escenario provisional para algunas de las asociaciones que centran su actividad en Lestonnac, cuyas obras de reforma comenzarán dentro de algunas semanas.

La presentación oficial del nuevo espacio se celebró la pasada semana y a ella acudieron representantes de esos colectivos que van a hacer uso de él, además de concejales y miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tudela. El proyecto ha contado con el impulso conjunto de dos concejalías, la de Educación y Centros Cívicos y la de Medio Ambiente. La razón es clara: El Molinar no va a ser un centro cívico cualquiera, sino que se proyectará como un espacio de clara vocación medioambiental y reivindicativo del entorno que lo acoge, con el Ebro y La Mejana como vertebradores y señas de identidad de la ciudad y sus habitantes. Así lo expresaron tanto el alcalde, Eneko Larrarte, como las ediles Silvia Cepas (PSN) y Olga Risueño (I-E), quienes insistieron en la puesta de largo del centro en la apuesta del equipo de gobierno por “mejorar la ciudad construida y recuperar espacios públicos que estaban un poco abandonados”. “Dentro de ese concepto tenemos claro que tenemos que ir rompiendo barreras como la de acercarnos al entorno, que es maravilloso: es el Ebro, es La Mejana, es el Corazón de Jesús... por eso estas actuaciones tienen mucho sentido. Estamos haciendo esto de la mano de los colectivos sociales, que serán una seña de identidad de este centro en concreto”, señaló el alcalde.

Los inquilinos

Provisionales y definitivos

El Molinar, en su meta de trabajar la alfabetización medioambiental y la recuperación de ocupaciones como la hortelanía, será la sede de la Escuela de Sostenibilidad y también albergará locales asignados a los Huertos Sociales Municipales y a la Fundación Mascotas Verdes. Aparte de ellos, los otros colectivos que se convierten en sus moradores son Dantzak, los grupos de Kizomba y Sevillanas, Berriztu, Crysalis, Colectivo Helianto y Recicleta Ribera; y, por otra parte las entidades anuales, que utilizan ele espacio con periodicidad semanal durante unas horas concretas: Asociación Retina Navarra, ONCE, Unión de Radioaficionados de la Ribera, Centro de Estudios Merindad de Tudela, Ecologistas en Acción, Asociación Fotográfica Tudelana, Asociación Música y Canto y Asociación Navarra de Autismo (ANA).

El ESPACIO

Salas y despachos

El nuevo espacio cuenta con tres plantas diferencias, en las cuáles hay numerosos espacios aprovechables: 1 sala polivalente, 2 despachos, 6 salas de diferentes tamaños divididas en los tres niveles del inmueble y e1 salón de actos. Además, queda pendiente de acondicionamiento el espacio del falso tejado, de dimensiones similares al salón de actos y con un gran potencial para albergar todo tipo de actividades, tal y como explicó durante la visita guiada el técnico Mikel Ziordia. La superficie aproximada de El Molinar es de 1.000 metros cuadrados.

Las obras, que se han desarrollado entre la primavera y el final del verano de este 2018, han tenido un coste de 94.474,39 euros, al que hay que sumar la dirección de obra (3.600 euros). Los trabajos han consistido principalmente en acondicionar el edificio conforme a las necesidades de accesibilidad, renovar las instalaciones de electricidad y adecuar el espacio en lo que respecta a la seguridad y las necesidades tecnológicas.