tudela - Apenas dos horas costó que la maquinaria de la empresa Erri Berri (que trabajarán en el Calderón) demoliera 15 de las 21 vigas que tenía el puente sobre la A-68 en el kilómetro 96. Tras la limpieza de escombros que se llevó a cabo durante todo el día de ayer, hoy por la mañana quedará abierta esta vía después de que el sábado a las 15.00 horas un camión que transportaba una excavadora dañara gran parte de las vigas al superar en unos 8 centímetros la altura máxima que marcaba el puente (5,10 metros). De la vieja estructura (este ojo del puente ya existía antes del desdoblamiento de la N-232 que se realizó en 2002) no quedó nada y solo se ha mantenido el paso peatonal que se añadió cuando se creó la autovía hace más de 15 años.

La enorme cizalla que se empleó para cortar los forjados de las vigas de hormigón empezaron a trabajar a las 11.40 y ya había terminado su trabajo para las 13.30, sin que hiciera falta cortar la circulación de la A-68 en sentido Zaragoza en ningún momento. Solo quedaba el desescombro, una tarea más ardua de lo que parecía en un principio. El departamento de Obras Públicas analizó el estado de la estructura antes de permitir el paso a peatones y a vehículos. Pese a todo, se sigue sin conocer la duración de los trabajos ni su coste, pero lo que parece seguro es que se prolongarán varios meses dado que hay que fabricar las vigas que sujetarán de nuevo el tramo de la N-121-C.

Los trabajos estuvieron vigilados por la Policía Foral y aún así al menos dos vehículos se saltaron todas las prohibiciones y vallas, yendo en dirección contraria hasta llegar casi hasta el puente.