tudela - El Ayuntamiento de Tudela terminará este año de pagar el préstamo otorgado por el Gobierno de Navarra para pagar el proyecto de Rafael Moneo y las obras de la casa de cultura de Sementales. De los 12 millones que el Ejecutivo prestó a Tudela en 2006 quedaba por abonar el último plazo del coste del diseño que elaboró el despacho de Moneo (608.833,69 euros). Con el pago a final de año de este último plazo de 152.000 euros se pondrá fin a la devolución de los 12 millones sin intereses que el Gobierno de Miguel Sanz prestó al Consistorio de Luis Casado para que construyera una casa de cultura que hubiera tenido un coste de 10,9 millones de euros. El Ayuntamiento ha abonado cada año 152.000 euros desde 2017, si bien en 2016 la cantidad ascendió a 152.833,69 euros, por lo que en cuatro pagos se ha cerrado de forma definitiva aquel préstamo.

Esos 608.800 euros quedaron apartados cuando el equipo de gobierno de UPN-PPN devolvió el préstamo al Gobierno en 2015, sin que entonces se supiera la razón. El Ayuntamiento de Tudela aprobó en el último pleno de la legislatura 2011-2015 la devolución del préstamo con los votos contrarios de PSN e I-E, pero dejó sin abonar el proyecto que en 2003 fue adjudicado de forma directa (y polémica) al prestigioso arquitecto. Para devolver estos 12 millones (menos los 608.833 euros) pidieron, a su vez, un préstamo a una entidad bancaria de 2,7 millones de euros, préstamo que tuvo que firmar el entonces alcalde, Eneko Larrarte, cuando ocupó el cargo y por el que se pagan 285.000 euros de cuota al año hasta 2025.

Curiosamente, en el primer pleno de la pasada legislatura, la edil del PPN, Irene Royo, echó en cara al equipo de gobierno que decidiera pagar el proyecto a Rafael Moneo en cuatro años, “no sé por qué no lo pagan en 16 años como estaba previsto”, señaló. En su contestación, el entonces equipo de gobierno del tripartito recordó que desde Hacienda les indicaron que debía ser en cuatro años. Larrarte explicó que “quizás podíamos haber prolongado esa devolución, pero también la de los 12 millones y no haber contraído un préstamo de 2,7 millones para devolverlo. No hemos querido revolver mucho porque hubiese sido un debate estéril”.

sin renunciar Rafael Moneo entregó el proyecto terminado en 2010, después de numerosas modificaciones del primer encargo que se llevó a cabo en 2003, en una adjudicación directa que generó mucha polémica y que fue defendida por la entonces concejala de Urbanismo, Mariví Castillo, y el que era alcalde, Luis Casado, que encargaron un informe que avalara de forma legal su intención de encargarlo a Moneo. Pero en mayo de 2011 UPN y PPN decidieron no acometer su ejecución ante el mal estado de las arcas municipales.

Pese a todo, Casado (UPN), tras anunciar en 2015 que devolverían el dinero del préstamo del Gobierno de Navarra, insistió en que la intención de UPN seguía siendo “construirlo” por lo que anunció “no devolveremos el dinero del proyecto”. El primer edil negó que la devolución del préstamo signifique “renunciar a la obra” e incluso aseveró que cuando se lleve a cabo la construcción de esta casa de cultura, el Gobierno de Navarra “tendrá que financiarla”.

el futuro Pasados 4 años el futuro de este edificio (antiguo convento de franciscanos, cuartel de Sementales, sede de la Policía y cárcel), sigue siendo incierto. El anterior equipo de gobierno (I-E, Tudela Puede y PSN) pagó 4.750 € por un proyecto para evitar su derrumbe (suponía mayor coste derruirlo por su dificultad al estar protegida parte de su estructura) hasta que se decidiera qué hacer con él. Esta obra, para la que se preveía un presupuesto de 350.000 euros, no se llevó a cabo.

En las pasadas elecciones, el ex alcalde Larrarte defendía la viabilidad de recuperar la idea de la construcción de un edificio con “un restaurante de cierto nivel, un espacio sobre su obra y un miniespacio de congresos eso nos ubicaría, ya que la posición geográfica es ideal. No es un proyecto a corto plazo y ha de ser participado pero en esta legislatura hay que hincarle el diente”. Por su parte, el actual alcalde, Alejandro Toquero (Navarra +), ha mostrado una opinión diferente a que la que tuvo UPN en su momento y defiende su derrumbe. “Mi idea es derruirlo, mantener lo que obligue Príncipe de Viana y hacer un concurso de ideas para crear una plaza. Hay que ser realistas. Tenemos que pensar que en la entrada de Tudela no podemos tener ese edificio. La insalubridad y la imagen que genera da vergüenza y nos puede dar un susto. Hay que dar una solución definitiva”.

Una de las apuestas más innovadoras fue la de Geroa Bai durante la pasada campaña. Su candidato, Noel Iriz, defendía la posibilidad de que se habilitara como lugar de memoria histórica dado que entre julio y diciembre de 1936 se encarceló a 640 riberos (300 en los primeros 15 días) de los que 185 fueron asesinados.

El proyecto de Moneo implicaba una adecuación del Paseo de Pamplona, una idea que se va a acometer ahora.

Informe. UPN necesitó encargar un informe jurídico en 2007 (9,000 €) que avalara la adjudicación directa. El documento negó que se vulnerara “el principio de igualdad” ya que lo que el Ayuntamiento quería era un “edificio emblemático que merezca la calificación de artístico”. El informe artístico, por el

que se pagaron 3.000 €

señalaba que Rafael Moneo “es, en la actualidad

el arquitecto de mayor proyección internacional de la escena española y uno de los nombres que prestigian

nuestra cultura moderna”, al tiempo que apuntaba que “es, de todos los arquitectos españoles contemporáneos, el que, a lo largo de los últimos años, ha firmado un mayor número de contenedores culturales,

de edificios destinados a albergar museos, fundaciones y centro de cultura (...). Tudela tendrá en ese lugar la confluencia del pasado y del futuro, no sólo un hito indudable de su patrimonio arquitectónico, sino un plus de modernidad, de alto valor simbólico”.

Cómo era el proyecto. El dibujo del despacho de Moneo preveía una sala con proyector de cine, dos grandes espacios de 350 m² para exposiciones, cafetería, auditorio y varias salas pequeñas para colectivos, además de ganar un piso de altura al claustro ya existente. Además el edificio quedaba exento dejando de estar anexo a otras viviendas como sucedía en la actualidad.

Paseo de Pamplona. El proyecto de Casa de Cultura de Moneo implicaba también una adecuación del Paseo de Pamplona, dotándolo de un carácter más peatonal, una idea que sí se va a acometer ahora siguiendo la idea que dejó ya encargado el anterior equipo de gobierno, según el diseño de Blasco y Esparza.