- "Es una alegría porque, al menos, nos sentimos más libres". Así de contundente se mostró ayer la corellana Ángeles Calvo mientras compraba "unas cuantas manzanas, naranjas, plátanos y kiwis", después de haber estado esperando durante unos 10 minutos en una cola en la que, ordenadamente, guardaban una distancia de más de 1,5 metros, tal y como se ocupaba de vigilar un empleado municipal. En esas colas donde esperaban para comprar, huevos, embutidos o fruta, había también gel para que, quienes acudían, se lavara antes de pasar a comprar. Como explicó el concejal de Urbanismo e Industria, Félix Bienzobas, "reabrir el mercadillo supone un intento de comenzar la vuelta a la normalidad. Solo se pueden abrir los de alimentación. Veremos, si pasamos luego a la Fase I, si cambia la situación. Vimos que en el Norte y en la zona de Pamplona mucho municipios reabrían los mercadillos y decidimos abrirlo. De momento hemos sido los primeros en la Ribera".

Ángeles Calvo, que apuntó que el poder salir hace que "dejemos de darle vuelta al cogote y así nos podamos relacionar" añadió que ha llevado mal el confinamiento porque "soy muy nerviosa y necesito andar y menearme". Curiosamente, ayer todos los que fueron a comprar eran personas mayores. Junto a Ángeles, Francisco Jiménez, que lleva 20 años yendo a Corella a vender fruta, aseguró que "es un buen lugar de venta Corella, pero claro con esta pandemia todo se había detenido".

En este mismo sentido se manifestó Miguel Gil, que llega con sus embutidos y sus quesos desde Igea (La Rioja). "Es el primer mercadillo que hacemos desde que empezamos el confinamiento, ya que ni en La Rioja ni por aquí se hace ninguno. Yo venía todos los miércoles del año y la verdad es que tenía ganas de empezar a trabajar". Tanto comerciantes como vecinos se mostraron sin miedo "siempre que pongamos los medios necesarios". Con esperanza, Gil detalló que "durante dos meses no hemos salido a vender. Yo vivo de esto y es buena cosa empezar a trabajar. Si no generas dinero, no comes y hay que pagar también las tasas y los impuestos".

Es cierto que ayer no hubo demasiada asistencia al mercadillo, pero todos aseguraron que con el tiempo volverán, "es una buena plaza".