na de las realidades ineludibles que va a dejar la "nueva realidad", a la que accederemos cuando los peligros de la pandemia hayan pasado, es que la sociedad se dé cuenta que reducir la contaminación es posible. Sabe que se puede acceder a un aire más limpio y mejor para la salud y los estados han comprobado que tanto por evitar futuros contagios como por la propia calidad de vida (el virus ataca de forma especial a las enfermedades pulmonares), hacerlo es vital. En ese horizonte futuro, la bicicleta se antoja como un elemento fundamental.

En esta batalla se encuentran tanto Corella como Tudela, integradas en la Red de Ciudades por la Bicicleta, compuesta por 125 ayuntamientos en toda España (también Madrid y Barcelona) que ha redactado un plan de choque para impulsar el uso de la bici en todas las localidades y regiones para hacer frente a la crisis del COVID-19. No en vano, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, solicitó en esta crisis a la Federación Española de Municipios y Provincias que se potencie la bicicleta "como alternativa de transporte limpio y sostenible para la salida gradual de la crisis del coronavirus".

En nuestro entorno, la primera en dar los pasos necesarios ha sido Corella, donde el colectivo Biciclistas abandera todas las iniciativas ecológicas que tienen como objetivo un transporte más sostenible. Este colectivo ha puesto sobre la mesa al Ayuntamiento que preside Gorka García una serie de medidas que buscan lograr una ciudad más viable para el peatón y la bicicleta. La principal medida sería la conversión de Corella en una Ciudad 30. Tudela ya dio este paso a finales de la legislatura pasada, con el tripartito, al habilitar las principales vías al uso compartido de bicis y vehículos. En la capital ribera se están produciendo también los primeros encuentros entre el colectivo Recicleta y la concejalía de Urbanismo para tratar de adoptar algunas de las medidas que propone Biclistas en Corella.

Bajo las palabras "facilitar y fomentar la intermodalidad" se encuentra una de las apuestas principales por las que tendrán que apostar los ayuntamientos riberos si se quieren dar grandes pasos hacia una mejora del medio ambiente. Biciclistas reconoce que hay personas de Corella y Tudela que se desplazan hasta estas localidades en coche con la bici en el maletero, pero piden "que se pueda llevar las bicis en el autobús y en los trenes", además de fomentar "el uso de la bicicleta y de caminar entre las empresas, el personal municipal y los centros educativos a través de campañas".

Otro aspecto imprescindible es incrementar los aparcamientos para bicicletas en supermercados, empresas y centros educativos, como forma de atraer y facilitar este tipo de desplazamientos y convertir "los centros educativos de Corella IES Alhama, Escuela Infantil Niño Jesús y colegio Ciudad de Corella en zonas seguras y libres de contaminación y ruidos".

Por último apuestan por habilitar el aparcamiento que existe detrás del ayuntamiento para liberar "la plaza de Los Fueros y de España de coches", convirtiéndolas en peatonales.

El colectivo señala que "no podemos hacer otra cosa que ser vanguardia, como siempre lo ha sido Corella en materia de sostenibilidad" y asegura que "la sociedad que vamos a encontrar cuando termine nuestra cuarentena va a ser, necesariamente, distinta, porque vamos a convivir con un virus que lo va a alterar todo. No podemos pretender volver a la vida anterior sin hacer cambios necesarios, como si nada hubiera ocurrido. Caminar e ir en bicicleta son los mejores medios de transporte en este escenario".