- En 2019 aumentó la cantidad de basura que se enterró directamente en el vertedero de El Culebrete, reduciéndose, por contra, la que se recicla; justo lo contrario de lo que se está tratando de hacer con el Plan de Residuos.

Según las estadísticas de la propia Mancomunidad de Residuos de la Ribera, de las 41.414 toneladas de basura que llegaron a las instalaciones procedentes de la Ribera en 2019, el 47,46% acabó en el vertedero, lo que implicaría un incremento del 2,5% con respecto al año anterior, 2018, y significaría 19.655 toneladas en números absolutos.

En total llegaron hasta el Culebrete 1.200 toneladas más de basura que en 2018 (cuando se registraron 40.219), dado que la cantidad de desperdicios depositados en los diferentes contenedores por los ciudadanos y ciudadanas riberas también ha aumentado. Se pasó de los 449,6 kilos por habitante (en 2018) a los 465,9 kilos del pasado año 2019, lo que suponen 16 kilos más de basura de cada ribero o ribera en solo 12 meses. El resumen podría ser: se generó más basura, se recogió más que en 2018, pero se recicló menos, teniendo que ser enterrada mayor cantidad.

Las 41.414 toneladas de desperdicios procedentes de la Ribera que se trataron en la planta de El Culebrete procedían de diversos contenedores. El 75,5% provenía del contenedor verde (resto), los envases supusieron el 4,8%, los residuos industriales el 5,8%, la basura orgánica apenas el 1,5% el papel el 7,9%, la ropa el 0,6% y el vidrio el 3,9%. De todos estos extremos llama la atención el importante incremento del papel dentro del total de la basura ribera, que ha pasado de suponer el 5,7% al 7,9%.

La parte recuperada, por otro lado, rondaría el 52,5%, lo que implica, al mismo tiempo, una reducción del 2,5% con respecto a la basura que se pudo recuperar (bien a nivel de envases, papel, vidrio, basura orgánica o ropa) hace solo 12 meses atrás.

En total, según los documentos de la Mancomunidad de Residuos de la Ribera la cantidad de lo reciclado ascendería a 21.759 toneladas.

A la vista de los números, la recogida de todo tipo de basura se incrementó a lo largo de 2019, a excepción de la depositada en los contenedores verdes (resto) que sufrió un retroceso, del 0,56%, 177 toneladas. Así pues, la reducción se produce después de seis años consecutivos de incrementos en la recogida del contenedor de resto. En 2019 volvió a descender, al igual que sucedió durante los años de crisis, ya que el máximo se alcanzó en 2008 con 32.845 toneladas, y a partir de ahí comenzó a descender.

Por contra, todos los demás parámetros han sufrido un aumento, algunos más notables que otros. Desde la menos apreciables como los residuos industriales (3,7%) hasta los envases (12,1% que marcan una tendencia al alza en los últimos 3 años), pasando por los voluminosos, que marcan un máximo histórico con una subida del 31,68% para llegar hasta los 2.868 toneladas. De hecho, es posible que esta cifra siga creciendo dado el problema que está habiendo en los últimos meses con este tipo de residuos.

Tanto el papel como el vidrio y los envases, los tres aspectos más tradicionales en el reciclaje, han logrado muy importantes incrementos del 9,86%, 12,91% y 7,64%, respectivamente. En los tres casos esta mejora confirma la tendencia de los últimos años y que lleva a que se obtengan porcentajes de recogida de un 30,75% más en vidrio que en 2017 (se ha llegado a 1.603 toneladas, la tercera cifra más alta registrada). Los envases son un aspecto más destacable porque los 1.994 toneladas depositados en los contenedores amarillos suponen la cifra más alta recogida en los 22 años de registros y un incremento del 36,38%, con respecto a 2016.

La subida del papel no es menos importante, y aunque está lejos de los 4.531 de 2008, los 3.266 de 2019 suponen un 22,45% más que en 2016, teniendo en cuenta la caída en la venta de periódicos o de revistas en estos años y que antes representaban un aspecto importante.

Por habitante. En 2019 se recogieron 3.266 toneladas de papel, lo que significa 36,7 kilos por habitante, siendo la media española de 18,1 kilos.

Beneficios. Esta cantidad supuso que no se talaran 55.530 árboles, y un ahorro de energía de 13 millones de kwh y 7.513 toneladas de CO2 no emitidas.

Por habitante. En 2109 se recogieron 1.994 toneladas de envases, 22,4 kilos por habitante siendo la media española de 15,7 kilos.

Por habitante. En 2019 se recogieron 1.603 toneladas; 18 kilos por habitante, la misma cifra que la media española. La cantidad recogida supuso 321 toneladas de CO2 no emitidas y un ahorro de 2 millones de kwh de energía.