- Con un Gobierno u otro, una presidencia de la Mancomunidad de Residuos de la Ribera u otra, lo cierto es que la llegada del quinto contenedor a la Ribera parece una de tantas promesas electorales incumplidas. Ni los plazos que ha señalado más recientemente el Plan de Residuos de Navarra parece afectar a la llegada de un contenedor exclusivo para la basura orgánica, alejada del tutum revolutum del resto, como se hace hasta ahora en la Ribera y que impide que se consiga un compost comercializable desde que se abrió la planta en 2006.

El anuncio realizado el pasado pleno por el presidente de la Mancomunidad, Fernando Ferrer (Navarra Suma), diciendo que no tenía fecha para su implantación, aunque en junio dijo que sería en octubre, es solo una piedra más.

Ferrer contestó a Olga Risueño (I-E) señalando que "la intención es instalar el quinto contenedor lo antes posible, no tenga dudas. Pero las situaciones que han venido con sobrevenidas. Nos habría gustado hacerlo antes, pero la Mancomunidad viene de un Plan Económico Financiero y con él no podemos hacer inversiones. Si podemos este año, este año y si no el año que viene". El Plan Económico Financiero se concluyó en diciembre de 2019 y, de hecho, en el anuncio de los presupuestos de 2020 se emplazó a que ya se iban a instalar "se encuentra dentro de las medidas específicas que con carácter de obligatoriedad plantea Medio Ambiente para este ejercicio", anunció, pero tampoco ha servido para que sea una realidad.

En junio de este año, Ferrer dio todos los detalles y dijo que Tudela, Corella, Cintruénigo y Fitero tendrían quinto contenedor a partir de octubre. Para ello preveían invertir 340.000 euros en la compra de 340 contenedores de carga lateral y otros 140 más pequeños de carga trasera para las zonas del casco viejo. De esta forma se preveía cumplir le ley para lo cual deberían recoger el 50% de los residuos orgánicos que van a resto, "obviamente no vamos a llegar al principio a esa cifra", dijo el gerente. De hecho señalaron que iban a comenzar una serie de campañas publicitarias con la población (explicando puerta por puerta) para tratar de conseguir entre 2.000 y 3.000 toneladas en los primeros meses, pese a que la cifra a la que hay que llegar es de 8.000 toneladas. Con estas localidades se cubren 56.000 de algo menos de 90.000 habitantes que tiene la Mancomunidad, si bien aclararon que para el 2027 tiene que llegar al 100%.

Pero no es la primera ocasión en que se anuncia esto mismo, es más, suele ser algo recurrente en los presidentes de la Mancomunidad de Residuos de la Ribera. Lo hizo Tomás Aguado, sin cumplirlo y con gran propaganda mediática lo hizo también Maribel Echave de la mano del entonces consejero de Administración Local, Javier Esparza en 2014. Esparza, anunció su implantación en Arguedas, Castejón, Cintruénigo, Corella, Fitero y Valtierra, si bien apenas se colocaron una quincena de contenedores en Tudela para los que se apuntaron 76 vecinos. Ésa sigue siendo la apuesta de la Mancomunidad, seis años después, por la recogida de la basura orgánica.

Entre las tasas del Consorcio y las de la Mancomunidad, cada familia de las 19 localidades que agrupa este organismo ha pagado en 2020 136,89 euros, lo que significa 17,51 euros más que en 2019, un 15% más en un año. Solo en tres años los riberos han pasado de pagar 100 euros en 2017 a los 136,89 euros de 2020, casi 40 euros más en tres años, lo que supone un incremento del 40% sin que, hasta el momento la gestión o la recogida selectiva de las basuras haya mejorado, por no decir del tratamiento de las basuras. De hecho, en 2019 se enterró un 2,5% más de basura que en 2018.

Según el colectivo Treserres, en 2019 la cantidad de biorresiduos recogidos selectivamente fue de un 3%, cuando el PRN dice que en 2020 sea del 50% y que el despliegue de contenedores debería ser del 75%.

En el pasado. En 2014 el entonces consejero Esparza decía que el uso del quinto contenedor se dirigiría a los grandes productores de materia orgánica (Hospital de Tudela, supermercados y restaurantes, entre otros). También dijo que a partir de ese momento los vecinos de seis localidades (46.000) podrían, con una llave, depositar los residuos en contenedores. Añadió que en febrero se instalaría en Corella, Cintruénigo y Fitero y en toda la Mancomunidad a finales de ese mismo año. Seis años después ni siquiera se ha instalado en toda Tudela.

"El quinto contenedor está dentro de las medidas de este ejercicio"

Presidente Mancomunidad