n los últimos años el edificio de Lestonnac se ha venido usando como centro cívico, pero el desplome parcial de la cubierta de una de sus alas en 2015, a consecuencia del mal estado de conservación causado por la falta de mantenimiento, motivó que el equipo de gobierno municipal liderado por IE tuviera que tomar cartas en el asunto y que en 2018 se redactara el proyecto de reforma integral del edificio.

En 2019, a punto de concluir la legislatura anterior, las obras fueron adjudicadas en casi un millón de euros y comenzaron en julio, con un plazo de ejecución aproximado de un año. Pero en junio, el equipo de gobierno había pasado a estar liderado por Navarra Suma, que se encontró con unas obras que no acababan de gustarle, y en consecuencia, en octubre de ese mismo año se anunció que el edificio rehabilitado simultanearía las funciones de centro cívico con las de Casa de la Juventud.

Unos meses después, en mayo de 2020, el alcalde Alejandro Toquero y la concejal de Juventud Erika Navarro visitaron las obras, confirmando que cuando estas finalizaran el edificio haría las funciones de Casa de la Juventud y anunciando también la redacción de un Plan de Juventud, que según dijeron era urgente e iba a licitarse en el segundo trimestre de 2020 y a redactarse en el primero de 2021.

Pues bien, todos sabemos que 2020 ha sido un año difícil por causa de la pandemia sanitaria, pero en el tema de Lestonnac eso ha servido para hacer pasar desapercibido que la recepción de unas obras que estaban ya concluidas en julio se ha hecho a mediados de diciembre, sin ninguna justificación, como si no se quisiera tener el edificio terminado y funcionando en los plazos previstos.

A día de hoy el edificio está todavía sin equipar, como si atender a la juventud no fuera importante, y con los colectivos y las actividades del centro cívico desplazados a otros centros. Parece que ninguna de esas dos cosas preocupa o corre ninguna prisa, precisamente en esta época en la que es tan necesario que haya actividades programadas, organizadas y adaptadas a los retos de la covid-19, en lugares adecuados para ello.

En consecuencia, las obras del edificio de Lestonnac están terminadas, pero el edificio está vacío y cerrado, y el Plan de Juventud es, casi un año después, un folio en blanco. ¿Cómo se puede terminar el edificio de la juventud sin tener elaborados los criterios generales ni las líneas de trabajo con ella? ¿Cómo se entiende que el Plan de Juventud esté sin licitar, si en mayo de 2020 ya había conocimiento de su urgencia? ¿Se trata de otro ejemplo más de la mala planificación y de la falta de capacidad de gestión del equipo de gobierno de Navarra SuMA (UPN, PP y Ciudadanos) en Tudela?El autor es concejal Izquierda-Ezkerra Ayuntamiento de Tudela