La lectura de un comunicado en castellano y euskera, un aurresku bailado por Ilazki Bidador (hija del ya fallecido escritor y filólogo de la lengua vasca Joxemiel Bidador), el Eusko Gudariak y una última consumición en el interior del local (por grupos manteniendo las normas covid) pusieron el punto final ayer a la existencia de la Herriko Taberna en TudelaHerriko Taberna.

Alrededor de 100 personas participaron en este acto de despedida de un local que durante 30 años ha participado en la vida festiva y social de la ciudad. El mal estado del edificio y la imposibilidad de acometer reparaciones por la sentencia del Tribunal Supremo han acabado llevando al colectivo Abardena, responsable del edificio, a cerrar sus puertas y también a su disolución. En agosto de 2002, la Policía Nacional entró en el local para cerrarlo, siguiendo órdenes de la Audiencia Nacional.

Según señalaron ayer en la lectura de un comunicado, la sentencia de la Audiencia Nacional (ratificada por el Tribunal Supremo), que calificaron de “escandalosa, bajo la premisa de que todo es ETA, ha dado lugar al mayor expolio económico desde 1936”, dado que se decreto el cierre de 107 Herriko Tabernas.

“En pleno estado de alarma comenzó a ejecutarse la sentencia, embargándonos las cuentas bancarias, dificultando más si cabe el poder seguir realizando nuestra actividad. Unido a lo anterior, la sentencia de la Audiencia Nacional, en la que se hizo firme la expropiación de nuestra Herriko Taberna, nos inhabilitó para poder hacer cualquier obra de mantenimiento en el edificio, eso ha derivado en una situación insostenible. Ha hecho que hoy en día no podamos seguir con nuestra actividad, debido a la situación del edificio, a la incapacidad de invertir en él para arreglarlo y a que no sabemos cuánto se va a dilatar la ejecución de la sentencia de la Audiencia Nacional”.

Los asistentes recordaron que “durante más de 30 años ha sido nuestra casa” y apuntaron que “ponemos punto y final a una fase y con ello abrimos una nueva”.