- El primer tramo aragonés de la autovía A-68 (Autovía del Ebro) se abrirá al tráfico este miércoles por la tarde después de más de 15 años de obras y trámites bucrocráticos. Los 14 kilómetros entre Figueruelas y Mallén tendrán ya dos carriles en cada sentido, pero la conexión con el límite con Navarra (en el entorno de Mallén y Cortes de otros 14 kilómetros de longitud) deberá esperar aún al menos hasta finales del año 2022. Se da así el primer paso para acabar con la alta siniestralidad que tenía la N-232, una de las más elevadas del Estado. A la inauguración del miércoles, prevista para la tarde, acudirá el ministro José Luis Ávalos.

Cuando ambos tramos estén abiertos, la vía de gran capacidad llegará desde el hotel Villa de Castejón (en el límite provincial con La Rioja) hasta Zaragoza, lo que implica unos 83 kilómetros sin tener que recurrir a la autopista AP-68 que discurre en paralelo y que es una de las más caras del país.

El coste de este tramo ha ascendido a unos 48 millones de euros, mientras que se estima el tramo restante entre Gallur y Mallén podría superar los 55 millones de euros. La entrada de la N-232 en la Ribera por Aragón es el punto de Navarra que tiene más tráfico pesado con 5.579 camiones al día.