- La población cirbonera, tras un año sin poder celebrarlo por la pandemia, acudió ayer a la ermita de la Purísima para celebrar unos actos religiosos en honor de la Inmaculada, de gran arraigo entre el vecindario. No en vano Cintruénigo presume de tener un recinto religioso pionero bajo esta advocación en toda España.

Al punto de la mañana los auroros cirboneros recorrieron las calles de la población con sus cantos en honor de la Inmaculada. Seguidamente una pequeña comitiva con los estandartes de los auroros y la Hermandad de la Purísima iniciaba su camino a la ermita distante un kilómetro de la población. Allí a las 9.00 tuvo lugar la misa de Hermanos presidida por el sacerdote cirbonero José María Garbayo. Posteriormente a las 11 tuvo lugar la misa mayor a la que asistía la Corporación en Pleno que iba acompañada por la banda municipal de música, y que estuvo presidida por el párroco Santiago Jiménez. Finalizados los actos religiosos, la jornada festiva se trasladó al pueblo y la banda municipal de música desfilaba por la arteria principal de la población entonando alegres pasacalles.

La víspera tuvo lugar en los Paseos la tradicional hoguera con un concierto de la banda de música dirigida por Ignacio Remírez, actuación que finalizó antes de lo previsto por la aparición de la lluvia.