Ir junto a Cornelia Power por las calles del Casco Viejo de Tudela sin que alguien se pare a saludarla es prácticamente imposible. Al verla tan arreglada, algunos incluso se piensan que se dirige a algún show, por lo que le preguntan interesados. “Qué no, que es una entrevista para el periódico”, corrige ella, algo abrumada ante el numeroso club de fans que ha conseguido labrarse en muy poco tiempo. Natural de Pamplona, pero residente desde hace meses en Tudela, Cornelia Power es la primera drag queen del municipio, por lo que ha inaugurado un mundo hasta entonces desconocido en la localidad ribera. Por ello, es consciente de que se ha convertido en un referente y agradece el cariño y apoyo que recibe de los vecinos de Tudela.
Ser LGTB en un pueblo es mucho más difícil que serlo en una gran ciudad. Especialmente cuando se tiene una estética más llamativa o subversiva. Sin embargo, Cornelia afirma que nunca ha tenido “ningún problema” y que la respuesta de la gente ha sido “muy positiva”. Como muestra, su espectáculo durante las fiestas de Tudela, en el que la plaza del Liceo estaba a rebosar. Un público muy variado que evidenció lo lejos que está llegando en una ciudad en la que, por desgracia, tampoco faltan las pintadas homófobas o la vandalización del único banco con la bandera arcoíris en el paseo del Queiles. Aunque el drag siempre es política y la propia existencia de las personas LGTB lo es también, ella prefiere centrarse más “en la diversión”, aunque no niega su responsabilidad como referente y mantiene que siempre va a estar del lado “de quién lo necesite” y le pida ayuda.
Pero, ¿quién es Cornelia? Es su biografía de Instagram se define como “mariliendre, mamarracha, loca y divertida”. Y, sin duda, en sus shows da buena muestra de ello. Cornelia es además el alter ego de Miguel, camarero de 25 años que comenzó en el mundo drag “para hacer como Cornelia cosas que como Miguel no haría o no me atrevía”.
Su historia empezó con el dúo Maruxak como Unicornia Power, siendo la gogo del grupo y haciendo pequeños shows en locales de Pamplona. Sin embargo, rápidamente fueron ganando fama y actuaron en lugares tan importantes como la sala Jimmy Jazz de Gasteiz o el festival Trasvesti de Burlada. Más adelante, decidió marcharse del grupo, al que guarda “un gran cariño” y con el que sigue teniendo una “buena relación”. Fue entonces cuando se cambió el nombre de Unicornia por Cornelia: “Quería mantener la esencia y además Cornelia era un personaje de las Winx”.
Así comenzó su andadura en solitario, que ha estado irremediablemente ligada a dos lugares. Por un lado, a la pulpería Conxuro, en la que trabaja como Miguel y donde empezó algunos de sus shows. Y, por otro lado, a colectivos como Tuteran Jai o la Unión Tutera, a los que define como “un ambiente de colegas” que siempre le han ayudado y con el que colabora siempre que puede. “Es un entorno muy guay y me siento muy arropada por ellos”, asegura. Asimismo, defiende que su labor como icono del equipo de fútbol Unión Tutera “trae visibilidad a un espacio en el que parecen no existir personas LGTB”.
“Pongo lo que gusta, un poco tirando al pop, caribe mix o el reguetón viejo”
Entre sus espectáculos, se pueden encontrar vermús, karaokes o shows que califica como “verbenas de pueblo”, en el que mezcla canciones de todo tipo: “Pongo lo que gusta, un poco tirando al pop, caribe mix o el reguetón viejo”. Su éxito le ha permitido pasar de la pequeña pista del Conxuro a llenar la plaza Vieja, en la que el Ayuntamiento de Tudela la contrató para un show durante las fiestas de San Pedro. “Se lo propuse a Verónica Gormedino, la concejala de Festejos, y me dijo que sin problema, que lo único que tuviera en cuenta que había niños”, reconoce, ya que ha pasado de un público muy específico de personas del ambiente a otro mucho más diverso, con niños, mayores y personas de diferentes ideologías. Entre sus próximos proyectos, volver a hacer bolos en algunos pueblos, cumpleaños y hasta despedidas de soltera.
La relación entre Cornelia y Miguel afirma que es “buena” y que no le cuesta demasiado separar el personaje de la persona. Además, defiende que “con el respeto se llega a todas partes” y desea que “esto no se quede solo en mí”, animando a todo aquel que lo desee a comportarse con libertad y orgullo. Al final, tal y como recoge la serie Veneno, se necesita que alguien camine por primera vez para que las que vengan detrás puedan correr. Y Cornelia Power, sin duda, ya ha dado los primeros pasos.
