tafalla - El Ayuntamiento de Elburgo-Burgelu (Álava) acogió el pasado 22 de febrero una reunión a la que asistieron alcaldes de cinco localidades navarras y otras dos alavesas en la que intercambiaron experiencias en materia de políticas de cambio climático dentro del proyecto EGOKI-2. En concreto, participaron Consuelo Auzmendi, de Asparrena, y Natividad López de Muniain, de Elburgo-Burgelu, anfitrionas del encuentro en sus territorios (pertenecientes a la Cuadrilla de la Llanada Alavesa), junto a los alcaldes Fernando Mendoza (Arguedas), Juan Carlos Castillo (Peralta), Arturo Goldaracena (Tafalla) y Mikel Oteiza (Villava-Atarrabia). También asistió Raúl Maiza, alcalde de Berriozar, en su condición de presidente de la Red Navarra de Entidades Locales hacia la Sostenibilidad (Red NELS), además de personal técnico de esta Red y de Udalsarea 2030 (redes de municipios de Navarra y País Vasco que ejecutan el proyecto) para evaluar el desarrollo del dicho proyecto y los procesos de participación ciudadana. Los asistentes realizaron visitas a proyectos en los municipios de Elburgo-Burgelu y Asparrena. En Elburgo, el proyecto Biolurtu, un huerto ecológico didáctico comunitario, que se mantiene desde su creación en 2011 con la gestión directa de personas vecinas de la localidad, así como el centro de compostaje también comunitario y de gestión vecinal. En Asparrena, dos proyectos de generación de energías renovables: la central de producción hidráulica en el río Zirauntza y la central de producción de calor a partir de biomasa procedente de la limpieza del bosque comunal que da servicio a tres edificios municipales (escuela de primaria, casa de cultura y centro de salud). En las dos semanas previas, se han realizado en todos los municipios piloto sesiones de participación con la ciudadanía destinadas a integrar la perspectiva de adaptación al cambio climático en distintos planes y proyectos municipales. En Peralta, la población reflexiona sobre la revitalización del casco antiguo y la futura adaptación de sus espacios públicos a las condiciones de un clima cada vez más extremo, aportando ideas sobre cómo incluir sombra y vegetación frente al incremento de la temperatura o cómo reducir la escorrentía en calles de fuerte pendiente en situaciones de lluvias torrenciales. En Tafalla, se está planteando el desarrollo del proyecto estratégico de protección verde del núcleo urbano de Tafalla con la creación en varias fases y años de un bosque perimetral, impulsado por la asociación Berdesia, que rodee la ciudad sobre una superficie de 166 hectáreas y la plantación de 150.000 árboles de diferentes especies buscando con ello un municipio neutro en carbono, más verde y con más capacidad de adaptarse al previsible incremento de temperatura, la pérdida de calidad del aire, y la erosión del terreno.

En Villava-Atarrabia, el consistorio ha planteado hacer una consulta a la ciudadanía sobre los espacios verdes y la posibilidad de incrementarlos y mejorarlos a partir de la renovación de sus diseños y la sustitución de especies mal adaptadas por aquellas que puedan aportar más sombra, sean menos consumidoras de agua, y favorezcan la biodiversidad, con una red de infraestructura verde urbana para los desplazamientos no motorizados.

En Asparrena, se ha invitado a la población a mirar hacia sus ríos, Zirauntza y Ametzaga. En Elburgo, la población realiza un análisis sobre los riesgos e impactos derivados del cambio climático que pueden afectar a distintos sistemas humanos y ecológicos y sectores sociales y económicos, tanto en el medio urbano, rural y en el medio natural. En Arguedas, se pretende implicar a la población reduciendo la utilización del coche en trayectos cotidianos dentro del núcleo urbano, y garantizando el bienestar de paseantes que circulen en bicicleta, dotando a calles y plazas de sombra, vegetación y fuentes de agua. El proyecto EGOKI-2 finalizará en junio de 2019. Cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica, y con la participación del Gobierno Vasco y del Gobierno foral.