En San Martín de Unx hay un anfitrión singular, un compañero que se resguarda en las bodegas y guía a los visitantes por sus paisajes de viñedos. El vino rosado se alza como el máximo exponente del municipio navarro y se torna en un producto que atrae a miles de personas durante todo el año. Sin embargo, hay un día en el que el caldo navarro reúne a centenares de personas en la localidad, en la que a diario residen menos de 400 vecinos y vecinas, para celebrar el éxito de su espectacular vino.

Ayer tuvo lugar la 21ª edición de la Fiesta del Rosado Navarro, una celebración que sirve de excusa para disfrutar del patrimonio, la gastronomía y el vino de San Martín de Unx. “El rosado es nuestra seña de identidad, estamos orgullosos de este producto sanmartinejo”, describió Javier Leoz, alcalde de la localidad. La calidad de su vino sitúa al pueblo en el mapa vitivinícola estatal e internacional y se eleva como el municipio navarro con mayor número de bodegas por habitante. Cuatro de ellas participaron ayer en el Día del Rosado en la jornada de puertas abiertas, la cata y la degustación de los vinos. “Es un día de promoción del pueblo, las bodegas son solo un elemento de atracción para los que nos visitan, se intenta impulsar los monumentos culturales, los restaurantes, es una forma de divulgar todo lo que hay en el pueblo”, sostiene Javier Ayerra, encargado de la bodega homónima. Junto a las de Ayerra, también intervinieron las bodegas de Beramendi, Máximo Abete y San Martín.

En esta edición, Ángel Anocíbar fue el encargado de apadrinar la fiesta del vino rosado navarro. Él es el enólogo encargado de la Bodega Abadía de Retuerta, un experto avalado por los años de dedicación al vino y que brindó junto al pueblo durante el pregón en el Ayuntamiento de San Martín de Unx. “Como navarro para mí es un orgullo que me hayan elegido como padrino de la fiesta”, reconoció. En el discurso de Anocíbar había también una preocupación: “En Navarra la uva está mal pagada, hay que pagarla algo más cara para que repercuta en el viticultor y para que los jóvenes puedan implantarse en el negocio”, subrayó.

El evento, organizado por el Ayuntamiento y las bodegas de San Martín de Unx, recibió también al presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra. David Palacios destaca la importancia de apoyar todas las iniciativas que tienen relación con el vino y en este caso con el rosado. “Hablar de San Martín de Unx y no hablar de vino es prácticamente imposible, es una de las muchas localidades vitivinícolas que tiene Navarra pero ella puede presumir de tener un nombre propio en el mundo del vino”, detalló. Tan importante es el papel de la localidad navarra en el entorno vinícola que este 2019 la fiesta tuvo un particular inicio.

El primer brindis de la 21ª edición de la Fiesta del Rosado se realizó en Donostia, esta ha sido la única vez que se ha hecho fuera del territorio navarro, gesto que valida la relevancia del rosado más allá de las fronteras navarras. Entre la ciudad vasca y el pueblo existe un tradicional vínculo que se ha cosechado gracias a costumbre gastronómica y la cultura común.

La unión parte en gran medida de la conexión que se ha creado a lo largo del tiempo gracias a la costumbre de consumir vino navarro en Guipúzcoa. “Es una zona que para nosotros es muy interesante tanto por el mundo del vino como por la relación que tenemos con ellos ya que mucha gente de San Martín se fue a trabajar - y vivir- allí y siempre nos hemos mantenido un poco en contacto con su gente”, explicó Javier Leoz, alcalde de la localidad durante la presentación de la festividad en la ciudad vasca.

Hay que destacar que entre las actividades que tuvieron lugar ayer, una de las más destacadas fue la cata de vinos a cargo de Pedro Bujanda en el Frontón Municipal en el que los vecinos probaron diferentes vinos de cada una de las bodegas participantes en la fiesta. La gran fiesta de ayer estuvo precedida de un fin de semana colmado de eventos. Los actos comenzaron el pasado viernes de la mano de Julián Palacios y Enrique Larumbe que destacaron la grandeza del producto. Durante el día del sábado los más pequeños descubrieron el patrimonio de la localidad a través de una gynkana cultural, al mismo tiempo que los adultos lo hacían dando un paseo guiado por la villa medieval, siempre con una copa de rosado en la mano.

El padrino. Ángel Anocíba fue el encargado de inaugurar la jornada de disfrute en el pueblo. Tras el discurso del alcalde Javier Leoz y las palabras de Joaquín Galvez -padrino de la edición anterior- el enólogo salió al balcón consistorial donde se dirigió a los jóvenes y les pidió que matuvieran la tradición vinícola.

Ángel Anocíbar: “hay que revalorizar un vino de calidad como es el rosado de san martin”

El padrino de este año aprovechó el evento para reivindicar el trabajo de los viticultores y llamó a los navarros a reconocer el valor de uno de los productos estrellas de la comunidad.