uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos hoy en día es el deterioro, cada vez más acelerado, de la tierra. Las emisiones de gases generadas por la actividad humana han contribuido al aumento de la temperatura del planeta y ello ha conllevado fenómenos naturales extremos como huracanes, lluvias torrenciales, sequías o el deshielo de los glaciares. Por ello, son muchos los que han decidido poner en marcha distintas medidas que sean respetuosas con el medio ambiente.

Este es el caso de Legarda (Valdizarbe) una pequeña localidad de tan solo 100 habitantes, que dio sus primeros pasos en materia sostenible en 2003 gracias a la iniciativa impulsada por Silvestre Belzunegui, alcalde de Legarda desde diciembre de 1999. “Gracias a las ayudas del Gobierno de Navarra pudimos implantar unas placas solares. Esta fue nuestra primera iniciativa pero, como todo, tuvo sus más y sus menos. Nos robaron las placas y al final, las recuperamos en Almería. Se las querían llevar a Marruecos”, aseguró el alcalde de Legarda.

JARDINES Hasta 1992, la localidad se abastecía con agua potable del manantial de Basongaiz y también de un pozo conocido como “Fuente Arriba”. Al incorporarse a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, se llevó a cabo la instalación de una tubería que suministraba agua potable desde Tiebas y esto hizo que se implantase un nuevo depósito, quedando inutilizado el primero.

Gracias a las ayudas del Plan E del Gobierno de España, el Ayuntamiento de Legarda rehabilitó en 2008 el antiguo depósito de aguas y ya en 2010, se instaló un sistema de riego independiente de arbolado y zonas ajardinadas. Con todas estas acciones, se consiguió recuperar las instalaciones y recursos hidráulicos de la localidad que estaban en desuso así como la garantía de una mayor sostenibilidad y ahorro económico. “Lo que hicimos fue recuperar el depósito de aguas y llevar una tubería hasta el pueblo. En el año 2010, lo que hicimos fue introducir un circuito independiente de riego en todas las zonas ajardinadas”, explicó Belzunegui.

HUERTAS El Ayuntamiento inició en 2008 y finalizó en 2018 el documento sobre la gestión eficiente llevada a cabo en este municipio, que indica que antes de la implantación de un sistema de riego independiente, “cada habitante utilizaba su propia motobomba con la que poder regar después o llenar los depósitos de su huerta”.

Este procedimiento, además de suponer un gasto excesivo para la localidad, generaba gases tóxicos en la atmósfera y otras sustancias contribuyendo al efecto invernadero. “En 2017, lo que hicimos fue poner una bomba de riego eléctrico en las huertas para evitar que los hortelanos tuvieran que ir con su bomba de gasolina y de este modo, evitar el uso de motores de combustión”, explicó el alcalde.

movilidad eléctrica Otra de las facetas de la mirada sostenible de Legarda está en los puntos de recarga de vehículos eléctricos. La localidad tiene un cargador disponible para sus 110 vecinos y vecinas, cuando Pamplona tiene 14 para sus cerca de 200.000 habitantes (uno cada 14.000). Actualmente, se está optando cada vez más por una conducción más respetuosa con el medio ambiente dejando atrás el típico vehículo con motor diesel o gasolina y decantándose por los coches eléctricos.

Una de las ventajas implícitas en este tipo de vehículos es que presenta un mantenimiento más barato, además de generar una menor contaminación. Por ello, se están implantando en numerosas ciudades y pueblos puntos de carga para aquellos que lo necesiten.

En la calle Mayor de Legarda, más concretamente en el nº 4, junto al Ayuntamiento, existe desde este año un único punto de recarga gratuito cuya energía es suministrada por energías renovables, aunque los propios legardeses todavía no hacen servir el poste de recarga de vehículos eléctricos. “Únicamente, viene gente de otros pueblos. Todavía no hay nadie de Legarda que lo utilice”, aclaró Belzunegui.

tecnología led Este municipio cuenta, desde agosto de 2018, con un alumbrado público conformado por bombillas LED, sustituyendo así a las antiguas farolas de vapor de mercurio. El proceso ha supuesto la sustitución de los 44 faroles, ubicados en el casco urbano de la localidad, y 13 farolas situadas en la travesía del pueblo. Según Belzunegui, “se ha acabado invirtiendo aproximadamente unos 30.000 euros. El Gobierno de Navarra ha subvencionado el 70%”.

Con este cambio, el Ayuntamiento ha generado una mejor visibilidad en las calles consiguiendo, de esta forma, un consumo energético menor. Pero, sobre todo, ha sido la situación actual que el planeta está viviendo lo que ha hecho que se instaure este tipo de iluminación. De esta manera, se está consiguiendo poco a poco frenar el impacto ambiental ya que las bombillas LED no incluyen metales pesados o producen emisiones ultravioletas.

Gracias a todas sus iniciativas en materia sostenible, Legarda se ha acabado convirtiendo en un pueblo referente en Navarra, aportando por introducir en su vida cotidiana distintos cambios que contribuyan a mejorar el mundo en el que vivimos.