pamplona - Según el censo de población, 41.278 mujeres viven en pueblos de Navarra con menos de 2.000 habitantes. De este colectivo, el 34 % figuran como afiliadas a la Seguridad Social, fundamentalmente en el sector servicios, y un 5,6 % en el sector de la agricultura y ganadería. Además, el 58,5% tienen entre 16 y 64 años. Actualmente, hay 1.869 mujeres al frente de explotaciones de grandes cultivos, fundamentalmente cereales, 940 en el resto de cultivos agrícolas, 711 al frente de explotaciones ganaderas, y 382 en explotaciones mixtas o no clasificables, 3.902, en un total de 15.180. Es decir, un 25,7% del conjunto frente al 23,0 % del año 2007 (si solo consideramos Personas Físicas, un 28,4% de mujeres en 2018 y un 24,5% en 2007). Otro baremo para medir la presencia mujeres es la figura de Agricultor a Título Principal (ATP), una modalidad que exige que las rentas procedan en más de un 50% del sector y tener una explotación de grandes dimensiones. En Navarra, hay 2.467 ATP, de las que 390 son mujeres y 2.077 son hombres.

En cuanto a la PAC, de las 12.642 solicitudes de la campaña de 2019, 3.580, un 31,3%, corresponden a mujeres. Sin embargo, sólo un 3,5% de los miembros de los órganos rectores de cooperativas son mujeres. La consejera Itziar Gómez recordó ayer la necesidad de hacer frente a la problemática específica de las mujeres rurales, con altas tasas de desempleo, menor nivel de renta, dificultades en acceso a servicios públicos básicos, una gran carga de responsabilidad, muchas veces no compartida ni reconocida, en los cuidados de las personas o la capacidad de adaptación cotidiana a los retos del cambio climático.

Incidió especialmente en el trabajo que se lleva a cabo desde su departamento, a través del Programa de Desarrollo Rural, que destina el 38% del gasto público programado de todo el periodo, unos 120,6 millones de euros, en convocatorias que puntúan positivamente el acceso de la mujer a las ayudas, como en las inversiones en explotaciones agrarias, la primera instalación de personas jóvenes agricultoras, la creación e inversión de empresas para actividades no agrarias en zonas rurales o las convocatorias realizadas por los grupos de acción local para el desarrollo rural. Se refirió además a la Red Emakumeoklima/Activas por el Clima, promovida desde el Gobierno con el objetivo de reconocer e impulsar las aportaciones de las mujeres en el ámbito del cambio climático. - E.P.