Dicen quienes mejor la conocen que sabe los entresijos de la televisión como la palma de su mano derecha. Que siempre, desde que trabajaba como redactora estrella en el Sabor a ti de Ana Rosa Quintana, ha querido ser presentadora. Lista, entregada y jefa muy exigente, Carlota Corredera es una mujer hecha a sí misma. Una profesional que gustará más o menos, quizá haya pecado de implicación e incluso simpatías excesivas hacia Rocío Carrasco, pero lo cierto es que su curriculum vitae resulta intachable. Tanto que, según ha narrado Kiko Hernández en más de una ocasión, su implicación en el trabajo es máxima, la misma que exige al resto de su equipo: “Cuando yo trabajaba en la redacción de Sálvame, Carlota era la directora, y me pilló con una factura de un piso que se me había olvidado pagar la luz y me dijo: ¡Aquí se viene a trabajar no a arreglar asuntos personales!”.

Un ejemplo del compromiso de la periodista con una profesión que desde el pasado mes de marzo, cuando abandonó las presentaciones del formato de sobremesa de La fábrica de la tele, parece que le está dando la espalda. ¿El motivo? Cinco meses después de dicho obligado impás, la gallega sigue sin un proyecto laboral a la vista. Ciertos artículos apuntaban a que podría ser la elegida para presentar un nuevo formato, pero ella misma ha sido la encargada de desmentir dicho asunto en redes sociales: “Respecto a la información que me sitúa al frente de un nuevo programa en Mediaset del que se han hecho eco varios medios, solo puedo decir que no me consta”.

Además, y como las penas nunca vienen solas, Corredera también anunciaba esta misma semana que se ha cancelado la publicación de la segunda parte de su libro feminista Hablemos de nosotras, que en principio iba a ver la luz en solo unos meses. “Se ha aplazado sine die por una decisión personal apoyada en todo momento por mi editora y por mi editorial”, ha especificado la presentadora. Sin duda, otro palo más en un verano que para ella está resultando horribilis. ¿Tras la tempestad llegará la calma? Seguro que sí. Carlota Corredera se lo merece.