La vida de Paris Hilton siempre ha sido una vida acomodada entre algodones, de viajes de negocios, de traslados escoltados (su familia es una de las más ricas y famosas de Estados Unidos), y de escándalos adolescentes. Porque la rica heredera del imperio hotelero Hilton tenía la vida resuelta, pero aburrida en su confortabilidad millonaria quiso labrarse un futuro propio a golpe de show business televisivo. Por ello, y tras filtrarse a la prensa un vídeo suyo practicando sexo con uno de sus exnovios, la joven (y lista) rubia aprovechó el tirón mediático para alzarse como celebritie y lo logró. Programas como contertulia, realities propios, concursos en la MTV, colaboraciones con las mejores firmas de lujo, e incluso un par de discos lograron colar en el mercado la bisnieta de Conrad Hilton.

Toda una generación la recordará por su histórica participación en The Simple Life, junto con su compañera y mejor amiga de la infancia Nicole Richie (hija de Lionel Richie), y por sus papeles secundarios en Wonderland, The Cat in the Hat y La casa de cera. También por su primer álbum de estudio de 2006, Paris, el cual incluía el exitoso Stars Are Blind (que logró el número uno de los Billboard Dance), y por ser durante años la mejor party girl del mundo, convirtiendo, por supuesto, a Ibiza en el destino favorito de jóvenes millonarios del mundo entero. 

La más famosa de la saga Hilton fue el primer claro ejemplo de lo que ahora denominamos como celebutante, una celebridad que se eleva a la fama no por su talento o trabajo, sino por su riqueza heredada o estilo de vida controvertido. Eso sí, en la actualidad posee una fortuna de 1.300 millones de dólares gracias a las elevadas ventas obtenidas por sus fragancias, su música y sus participaciones en televisión.

Una vida que en 2023 tomará un rumbo radicalmente distinto, pues la heredera (a punto de cumplir los 42) acaba de declarar a la prensa estadounidense su intención inmediata de ser madre. Todo ello ahora que justo cumple un año de matrimonio con el empresario Carter Reum, de quien dicen que le ha cambiado la vida (para bien). De hecho, en plena pandemia de la Covid-19 Paris congeló sus óvulos (“tengo toneladas de ellos”, ha detallado) para que le sean implantados los próximos meses. Un hecho que la alejará para siempre de las polémicas, los realities y las pistas de baile. Ibiza la echará de menos.