Comprobar día a día la cantidad de mitos que hay en torno a la sexualidad y el cuerpo, y lo poco que sabemos sobre cómo cuidarlo, ha llevado a la ginecóloga Lorena Serrano a publicar, un “gran libro sobre la salud femenina”, donde reúne un completísimo recorrido por la salud de la mujer desde la evidencia científica: el ciclo menstrual, la anatomía de nuestros genitales, las infecciones, tipos de anticonceptivos o todo lo que afecta al deseo sexual y el orgasmo. Su objetivo no es otro que “enseñarnos a conocernos para saber cuidarnos, para vivir mejor y para disfrutar de nuestro cuerpo al máximo. Pero, sobre todo, para aprender que la prevención es el mejor tratamiento para tener una mejor calidad de vida, también a nivel ginecológico”, recalca.

QUIÉN ES

Lorena Serrano (Barcelona, 1988) es médica especialista en Ginecología y Obstetricia, máster en Senología y Patología Mamaria por la Universidad de Barcelona, y máster en Nutrición y Salud de la Mujer por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente trabaja en el Institut Català de la Salut. Desde hace varios años se dedica a divulgar en redes a través de su cuenta de instagram @hello.gyn.

La masculinidad está muy presente en la Medicina. ¿Hay que ver la salud desde un punto femenino? ¿No solo la ginecología?

Sí. Creo que estamos todavía arrastrando que la Medicina está enfocada en los hombres y nos olvidamos que la mujer tiene un sistema hormonal que funciona diferente, la sexualidad que funciona diferente o los problemas ginecológicos. Y se pone mucha atención al embarazo, que nos llama la atención, pero nos olvidamos de la atención ginecológica, y a lo largo de nuestra vida todas vamos a tener problemas ginecológicos. Es importante que le demos importancia para que las mujeres conozcan lo que tienen y puedan ir al médico, pero también para investigar, que es la otra parte que nos falta; que se aumenten los fondos para investigar en patologías que afectan a todas las mujeres.

La menstruación es un hecho cíclico natural. ¿Sigue viéndose como un estigma?

Creo que sí. En el momento en el que existen todavía tantos mitos al hablar de algo tan natural como es la menstruación, al final está claro que cierto estigma existe. Las jóvenes están más abiertas, porque hay más información desde el principio, pero sigue habiendo cierto halo de tabú. Todavía pensamos que la regla te desintoxica cuando para nada es así. Hay mucho mito.

Conociendo mejor nuestro cuerpo, podremos disfrutar mejor de él. ¿La salud sexual también es salud?

Por supuesto, es fundamental la salud sexual como parte de nuestra salud general. Y la solemos olvidar, porque damos como normal cosas que no son. Nadie nos ha explicado cómo funciona nuestra sexualidad y se sigue prestando poca atención a lo que tiene que ver intrínsecamente con la mujer.

"Las jóvenes tienen que acudir con confianza al ginecólogo”

¿Cuándo habría que empezar a ir al ginecólogo? ¿En la pubertad, en la primera regla?

Es muy variopinto, yo trabajo en la Seguridad Social y no podemos estar haciendo controles anuales. Esto se hace más en la privada. Lo ideal sería empezar a ir al especialista en las primeras menstruaciones. Es el momento clave para hacer pedagogía en las niñas, para explicarles cómo funciona su cuerpo, qué pueden esperar de él y que aprendan a hablar con total naturalidad del tema. Y otro momento clave para ir al ginecólogo es cuando empiezan a tener relaciones. Hay que informarles sobre los riesgos de las ITS, hay que empezar a hacer un cribado y también hay que aprovechar para preguntarle cómo son sus reglas, sus métodos anticonceptivos, etc. Las jóvenes tienen que acudir con confianza al ginecólogo.

Porque, ¿todas las mujeres han tenido algún problema?

¡Quién no ha tenido algún síntoma antes de que le venga la regla, un dolor mamario...! Todas lo hemos tenido y si no, lo vamos a tener. Por eso es tan importante, sin entrar en el miedo, conocer que todo esto existe. Es clave la información para saber cuándo tenemos que ir al médico y para aprender a cuidarnos y prevenir algunos problemas que pueden surgir. Por ejemplo, los del útero son relativamente frecuentes y casi nadie los ve venir. Los miomas, los pólipos, las malformaciones uterinas o la endometriosis en muchas ocasiones son hallazgos casuales que nos encontramos en consultas cuando solo acuden a revisión.

¿Qué cánceres ginecológicos son los más frecuentes?

El de mama afecta a un 12% de las mujeres. Por eso hay que revisarse el pecho con frecuencia para detectar anomalías como un bulto que no estaba y que no tiene que ser doloroso, una retracción del pezón, un cambio de la textura de la mama, alguna zona más abultada, secreción de sangre, piel de naranja o eczemas. Le siguen los de cérvix, endometrio, ovario, vulva y vagina, estos últimos con escasa incidencia.

‘Conócete bien, cuídate mejor’ quiere ser el “gran libro sobre la salud femenina”.

‘Conócete bien, cuídate mejor’ quiere ser el “gran libro sobre la salud femenina”. UMAMIBRANDS

¿Quién nos tendría que dar esta información sobre nuestro cuerpo: en los colegios, las familias...? ¿La fuente de información ahora es internet?

Internet tiene una parte muy positiva porque nos está dando mucha información, pero si no buscamos perfiles médicos es peligroso, porque a veces nos guiamos de foros y experiencias poco científicas. Aquí corremos el riesgo de caer en la desinformación; nos cuesta en ocasiones distinguir los bulos. Realmente está información tendría que ser ofrecida desde casa cuando los padres consideren que hay una cierta madurez en los niños y niñas para irles informando de los cambios de sus cuerpos. El colegio también es un punto importante donde debiéramos recibir educación sexual. Esta es una asignatura pendiente en éste y en otros muchos países. Y también los sanitarios tenemos el papel de hacer pedagogía e intentar aprovechar la consulta para crear un clima de confianza para que las pacientes puedan aclarar todas las dudas que tengan.

¿Cuántos eufemismos somos capaces de inventar para no llamar vulva a la vulva?

Recuerdo que, de pequeña, en el colegio nos enseñaban la palabra vulva con toda la naturalidad y, sin embargo, todos los niños la decíamos con la boca pequeña entre risas y sonrojo. Vulva es el término que utilizamos para referirnos al conjunto de estructuras que vemos por fuera de los genitales femeninos y sus límites van del pubis al ano y de una ingle a la otra. Muy pocas de las pacientes que llegan a consulta usan la palabra vulva a pesar de ser, en muchas ocasiones, la parte de su cuerpo donde se encuentra el motivo de la visita. Me pregunto hasta qué punto la sociedad arrastra en el subconsciente colectivo todo este tabú que hay alrededor de los problemas ginecológicos. La vulva es un ejemplo, pero la menstruación es otro. Me llama la atención que algunas mujeres cuando tienen la regla me suelen decir: “me enfermé”. Hablan de ella como si fuera una enfermedad cuando es algo normal de la vida de la mujer.

"Algunas mujeres cuando tienen la regla suelen decir: “me enfermé”

El Gobierno reconoce días de baja para las reglas dolorosas. ¿Qué le parece?

Laboralmente, la regla, igual que el embarazo tiene muy mala fama para las empresas. La iniciativa del Gobierno creo que es un paso importante para entender que hay mujeres con reglas muy dolorosas, aquí entrarían todas las mujeres que sufren endometriosis y se suelen quedar invalidadas para hacer vida moral cuando están con la regla.

¿Es la menopausia la gran olvidada?

Por suerte cada vez menos. Las mujeres de 50 años actualmente no tienen nada que ver con la de nuestras abuelas; sí se preocupan más por consultar los síntomas, porque una mujer de 50 años es joven, le queda mucha vida laboral y familiar por delante, y a veces los síntomas que tenemos en la menopausia pueden interferir en la calidad de vida. Ahora vienen más a consulta, pero siguen siendo las grandes olvidadas, también por parte de los profesionales sanitarios. 

Al hablar de cuidarnos nos solemos referir a ir al médico. ¿El primer paso no tendría que ser conocernos y ayudarnos a nosotras mismas?

Claro, es fundamental y es imposible cuidarnos si no nos conocemos. El primer paso es intentar poner nombre a las cosas y si no sabemos cuando algo es normal no lo sabremos cuando no lo es y hay que ir al médico. Por eso es importante conocernos bien, y como dice el título del libro, conocernos mejor.

Conócete bien, cuídate mejor, es una guía para que toda mujer descubra su cuerpo. ¿Va dirigido a hijas, madres y abuelas?

Lo que he pretendido es transmitir lo que yo, como ginecóloga y como mujer, creo que las mujeres, y también los hombres por supuesto, deberían saber sobre su cuerpo. Todo lo que no nos acaban de contar por falta de tiempo. Sobre cómo es nuestro cuerpo, qué nos puede ocurrir a lo largo de nuestra vida... En el último bloque del libro hay herramientas para que las mujeres sepan cómo podemos prevenir ciertos problemas y que aparezcan ciertas patologías.

¿Seguimos desmontando mitos sobre la sexualidad y el cuerpo de la mujer y sus cuidados?

Sí. Hay que hablar con naturalidad sobre algo que forma parte de nuestra salud y nuestra vida, como es la salud ginecológica y vamos a intentar darle la importancia que merece, sacarla un poco de ese cajón en el que lleva años metida. Nos preocupamos por la ropa, las cremas de la cara, pero nos cuesta todavía pensar que la salud ginecológica es muy importante y se pueden prevenir muchos problemas. Y aunque seguimos desmontando mitos, día a día comprobamos que sabemos menos de lo creíamos.

¿Qué le gustaría que le comentaran sus lectoras?

A cuantas más mujeres llegue más contenta voy a estar, pero me daría por satisfecha tan solo con que dos mujeres de las que lo han leído me comentaran que les ha ayudado a comprender cómo funciona su cuerpo y que sepan qué les ha pasado o qué les puede pasar. Si ha servido para sacar del desconocimiento, aunque solo sea a una persona, ya ha merecido la pena escribir el libro. Además, lo he escrito en una terminología médica, pero sencilla y amena para que pueda llegar a más mujeres.