Obras en el instituto María Ana Sanz
EN relación a la carta firmada por el alumno Xavier Simon Losantos, del instituto María Ana Sanz, y publicada en este diario el pasado 23 de diciembre, quisiéramos hacer varias puntualizaciones y corregir algunas imprecisiones de las que adolece el relato:
Fue durante el puente foral cuando se llevaron a cabo obras de reformas en el sistema de calefacción y sustitución de ventanas, que afectaron a 8 aulas y a la zona de Secretaría y Dirección. El día 18 de diciembre únicamente se finalizó la instalación de las ventanas mediante la colocación de silicona.
Las ventanas quedaron cerradas, como cualquier fin de semana de invierno, para que las clases estuvieran a una buena temperatura cuando llegaran los alumnos. El lunes 20, cuando se detectó olor en las aulas, inmediatamente nos pusimos en contacto con la empresa instaladora, la cual nos informó del carácter inocuo del producto. Ventilamos las aulas y durante los días 20 y 21 realizamos aquellos cambios de aulas que fueron posibles, ya que la ocupación es del 100% y además algunas materias requieren aulas específicas. Contamos en la mayoría de los casos con la comprensión del alumnado y del profesorado.
Cuando se recibió la queja por parte de los representantes del grupo 2º B de Administración y Finanzas, las posibilidades que se ofrecieron fueron las mismas que con los demás grupos, pero la acogida por su parte fue muy distinta. A su parecer, la única solución posible del problema pasaba por suspender las clases e irse cada uno a su casa. Quizá en la determinación de no suspender las clases en ausencia de riesgos contra la salud ellos vieron soberbia y prepotencia.
Hemos de aclarar que la elección de las fechas no es responsabilidad del centro, sino de la empresa instaladora, la cual debía facturar los trabajos antes del 31 de diciembre de este año, ya que la adjudicación por parte del departamento de Educación del Gobierno de Navarra era con cargo a los presupuestos de 2010.
Entendemos que los argumentos de la carta del alumno acerca de las fechas se pueden achacar a su falta de información del proceder en estos casos. Seguro que tanto él como el resto de la comunidad educativa preferiría que las obras siempre se realizaran durante el periodo vacacional, pero no siempre puede ser. En ocasiones, también los empleados de las empresas instaladoras disfrutan de vacaciones.
Queremos transmitir nuestro agradecimiento a todos los miembros de la comunidad educativa por su comprensión ante los inconvenientes sufridos por las obras, y al departamento de Educación del Gobierno de Navarra, que en estos tiempos de crisis que estamos viviendo nos dota de una partida económica que nos permita tener un centro más cómodo para todos.
Fermín Casares Corrales
Vicedirector, en nombre del equipo directivo del CIS María Ana Sanz