"EN este siglo, menos del 5% de la población producirá los bienes y servicios que consumen el resto, así que no necesitamos una fuerza laboral masiva". Jeremy Rifkin, Congreso Nacional de Recursos Humanos y Capital intelectual. Madrid, 20-21 marzo de 2001.
El panorama que pinta Rifkin no es el mejor. Y lo dijo hace bastante tiempo. Contrapuesto a ello, se argumenta que los problemas de trabajo en España tienen que ver con rigideces de mercado, con ayudas a los emprendedores, mejoras para la contratación; en otras palabras: leyes y política. Pero a mi juicio, siendo importante, no es lo más relevante. Mejor será analizar el mercado laboral desde la óptica de Rifkin.
¿Por qué ha subido tanto el paro? La crisis que nos azota tiene dos factores básicos: la sobreproducción (no solo inmobiliaria) y la separación total de la economía real y la economía financiera, pasando la segunda, en ciertos casos, a comportarse como un auténtico casino.
El paro está relacionado con la sobreproducción. Así, muchas personas que antes estaban trabajando se van al paro y, lo que es peor, tienen unas perspectivas bajas de volver al mercado laboral.
Por lo tanto, se debe crear una estructura empresarial que tenga en cuenta 3 factores (Daniel Pink, pensador norteamericano).
1. Lo que voy a fabricar, ¿puede hacerse más barato en otros países, costes de transporte incluidos?
2. ¿Se puede hacer más rápido que un ordenador?
3. ¿Hay demanda del producto?
Si contestamos de forma negativa a todas las preguntas, nos podemos lanzar a ello. Pero debemos tener en cuenta el increíble avance tecnológico que ha llegado hasta los siguientes horizontes (Krugman, El País, 13 de marzo de 2011):
a) Existen programas informáticos que preparan documentos que antes realizaban abogados o procuradores o incluso diseños de procesadores que antes hacían los ingenieros.
b) Además, ya se pueden realizar servicios a larga distancia (muchas empresas de Bangalore, India, trabajan así para empresas norteamericanas). Se espera que el fenómeno se traspase próximamente a Europa.
c) Existen perspectivas positivas, como la asistencia médica por ordenador.
En otras palabras: realizan tareas que exigen tareas cognitivas y manuales con normas explícitas.
Esto nos lleva a dos conclusiones:
a) Este tipo de trabajo de nivel medio va a desaparecer, aumentando el trabajo que no sigue estas normas, como el de los conserjes, conductores o limpieza.
b) En consonancia con ello, el sistema educativo debe adaptarse; los alumnos deben saber contestar preguntas de tipo heurístico (¿qué harías con un ladrillo?) en lugar de contestar preguntas de tipo algorítmico (resuelve la ecuación x2 - 3x + 2 = 0).
Así, debemos tener en cuenta que para crear trabajo:
1. Se debe hacer una reforma del sistema educativo potenciando la rama heurística o creativa, ya que estamos educando a las personas para realizar trabajos que en el futuro ¡van a realizar ordenadores!
2. Se deben fomentar los clusters o grupos de empresas especializados en cierto producto y dotarlo de prestigio; ejemplos de clusters en Navarra son todo lo que rodea a Volkswagen, investigación y enseñanza de la Universidad de Navarra o la industria agroalimentaria en Tudela.
3. Se debe ayudar al emprendedor potenciando pequeñas empresas de intercambio de servicios, en especial de ocio (si una persona tiene una academia de baile y en su tiempo libre va a hacer pintura, se genera un intercambio), ya que los servicios básicos, a no ser que se generen nuevas necesidades -telefonía móvil-, y como ha quedado claro al comienzo del artículo, van a estar cubiertos.
4. El tercer sector (los mayores de 65 felizmente jubilados) forman un potencial de mercado enorme, desde el ocio hasta la salud, y todavía no ha sido explotado.
Y este debate fundamental, que pasa por ver lo económico en lugar de lo político, ¿lo hemos visto? Yo, hasta ahora, no.
Javier Otazu Ojer
Profesor de Economía de la UPNA y de la UNED