COMIENZA el curso escolar en más de 250 centros de Navarra y más de 8.000 docentes vuelven a sus puestos de trabajo, pero lamentablemente no todo el profesorado lo hace en las mismas condiciones, como debiera ser. El Gobierno de Navarra sigue con su cruzada por el ahorro a cualquier coste, y en la enseñanza pública se ensaña cosiendo a recortes al sector más desprotegido: el profesorado interino.

Lo que el Gobierno Foral persiste en vender como un aumento del número de contratos es, en realidad, la sustitución de puestos de trabajo estable por contratos precarios. Este año alrededor de 300 puestos fijos de docentes en Navarra se han perdido -unos 200 por jubilaciones y otros 100 en el último concurso de traslados estatal, al haber pedido destino en otras comunidades-. Estos más de 300 puestos fijos perdidos se han sustituido, según datos del propio departamento de Educación, por 250 contratados eventuales, que trabajarán más horas -al no tener reducción por edad- por menos dinero, vamos, ¡todo un chollo! Y es que los interinos perciben menos salario en concepto de antigüedad, no cobran la carrera profesional, ni la ayuda por hijos, y, en muchos casos, tampoco el verano. Un negocio redondo para la Administración que genera más inestabilidad y aún más descontento en las plantillas de los centros educativos.

Sin embargo, al Ejecutivo foral no le importa en absoluto este problema. Es más, el consejero de Educación, señor Iribas, ya ha anunciado que este año tampoco habrá oposiciones para los docentes navarros, a pesar de que sólo la convocatoria de una oferta de empleo público (con al menos estas 300 vacantes, más las acumuladas de otros años) podría resolver el gravísimo problema de la inestabilidad en los centros que conlleva la retahíla de recortes aplicados.

Mientras tanto, aumenta el número de comisiones de servicio por motivos organizativos que se concede cada año a cientos de funcionarios docentes para trabajar en un centro educativo diferente a su destino fijo, sin un procedimiento transparente que garantice que se respetan en todos los casos los criterios de mérito y capacidad que marca la Ley. El curso pasado este tipo de comisiones aumentaron más de un 60% en Secundaria y un 20% en Primaria con respecto al curso anterior, y el departamento se niega reiteradamente a modificar el procedimiento para la provisión de estos puestos.

Para colmo, se están llevando a cabo contrataciones irregulares, como por ejemplo la sustitución de un puesto de jornada completa por un contrato de jornada parcial. Llevan ya dos años exprimiendo hasta la última gota al profesorado interino que tiene un contrato de sustitución, que después de ver reducido su sueldo y aumentado su horario, como el resto de docentes, ve cómo se le aplican recortes adicionales como el despido en los meses de verano, y la última decisión polémica de descontar de los finiquitos 12 días de vacaciones, en un claro agravio comparativo con el resto del profesorado. No es de recibo ni se puede tolerar que Educación venda estas medidas como un reparto del trabajo, cuando se trata de un recorte de derechos, que en ningún momento se ha traducido ni se traducirá en un aumento de los puestos docentes en Navarra.

Maite Rocafort Gil

Secretaria de la Federación de Enseñanza de CCOO Navarra/CCOOko Irakaskuntza Federazioaren Idazkaria