A la señora Ainhoa Aznárez
Le remiten esta carta las niñas mimadas de la Universidad de Navarra que, al parecer, “chillan porque les quitan los privilegios” (Mª Teresa Sáez dixit). ¿Qué privilegios? Elegir con libertad nuestro centro de estudios. ¿Pero acaso no gozan también de esa libertad quienes estudian en la UPNA? Entonces, ¿de qué privilegios nos habla la señora Sáez?
Con esta carta pretendemos denunciar el trato degradante de una representante pública, la parlamentaria Teresa Sáez, a los estudiantes de la UN, así como el desprestigio a la UPNA por parte de ella misma tachando de privilegio estudiar en la UN (¿es que está haciendo de menos a la UPNA?), que se suma a la del parlamentario Carlos Couso con su comentario “yo quiero comer jabugo pero me conformo con la mortadela”.
Como presidenta del Parlamento y con sensibilidad y responsabilidad para representar a todos los ciudadanos, queremos comunicarle que estamos sorprendidas de que se den este tipo de comentarios tan irrespetuosos y despectivos hacia un sector de la población en el Parlamento, que es la casa del pueblo, la casa de todos; también la casa de los navarros que legítimamente estudian en la Universidad de Navarra y que en un futuro serán los médicos, arquitectos, abogados, farmacéuticos, ingenieros... de la Comunidad Foral. Estos comportamientos sectarios, fundados sólo en un odio irracional, avergüenzan a cualquier sociedad democrática que se precie de sus instituciones públicas.
Huelga hablar de la falsedad de los comentarios -de ser cierto no habría 343 alumnos becados por el Gobierno en los tramos 1 y 2 (rentas menores a 9.264 €) ni más de 2 millones de euros en ayudas de antiguos alumnos, a los cuales aprovechamos para agradecer profundamente-, pero sí cabe hacer una reflexión sobre la forma insultante en que la señora Sáez se refiere a nosotros, a quienes también representa en calidad de parlamentaria.
En primer lugar, resulta hiriente para todos los estudiantes de la UN, que trabajamos diariamente para sacar adelante nuestros estudios y formarnos para ser excelentes profesionales -y personas- que sirvan a la sociedad en un futuro próximo.
En segundo lugar, hurga en la herida recién abierta de aquellas familias con escasos recursos que están sufriendo por no poder hacer frente, con urgencia y de forma totalmente inesperada, a los gastos de la formación de sus hijos tras la arbitraria reducción de becas del Gobierno. Esta herida brota con fuerza por traer causa en una decisión injusta y discriminatoria, a destiempo y que supone un abismo para muchas familias: no pueden continuar estudiando en la UN pero tampoco irse fuera a estas alturas del curso y con los gastos igualmente inasumibles que supone la vida fuera de casa. A estas familias, la parlamentaria las llama niñas mimadas.
Y, en tercer lugar, denunciamos el sexismo que desprenden las palabras de la señora Sáez. Resulta paradójico que insulte con el descalificativo niñas mimadas tras llevar años trabajando en políticas de igualdad.
Antes de finalizar queremos mostrar nuestro acuerdo con Teresa Sáez en una cosa: en democracia no caben privilegios ni sectarismo. Precisamente por ello, las becas deberían seguir criterios de renta, mérito y capacidad en lugar del centro educativo al que opte el estudiante. Porque el Gobierno debe gestionar el dinero de todos los navarros de la mejor manera para los navarros. ¿Y qué es lo mejor para Navarra? A ojos de la señora Sáez no lo sabemos ni viene al caso, pero a ojos del Gobierno lo mejor para la educación de los navarros es aquello que cada uno de los navarros quiera y elija para su formación, sea por las razones que sea. Aquello que se viene consagrado en el artículo 27 de nuestra Constitución. Aquello que se llama libertad.
En definitiva, señora Aznárez, le transmitimos nuestro disgusto por las vejaciones vertidas hacia el colectivo de estudiantes de la UN, que representamos, y le pedimos que -en la medida de lo posible- procure un espacio de diálogo respetuoso en la que es también nuestra casa.
Muchas gracias por su tiempo y atención.
Las autoras son delegada y subdelegada de alumnos de la Universidad de Navarra