Residencia Amma Ibañeta. ¡SOS!
Soy la tutora legal de una persona, mi madre, residente en la residencia de Amma Ibañeta, y quiero manifestar y dar voz a todos los residentes, que por su enfermedad, vejez u otras circunstancias, viven en la residencia Amma Ibañeta, y digo viven porque por sus enfermedades incapacitantes en muchos casos, su hogar es ahora la residencia Amma Ibañeta, donde son cuidados y acompañados por sus trabajadoras, que realizan su labor en condiciones ajustadas y con una sobrecarga a veces difícil de llevar, siendo esto consecuencia directa de la insuficiencia de recursos humanos. No olvidemos que las personas a las que atienden, nuestros mayores, son seres humanos con enfermedades muy avanzadas, tanto físicas como cognitivas, un trabajo difícil de realizar. La desatención de las quejas y denuncias que estas trabajadoras han realizado demuestra la insensibilidad hacia ellas y hacia esas personas mayores, enfermas, incapacitadas, que no pueden manifestar sus necesidades y que lo hacen a través de esas trabajadoras que a diario les atienden. No abandonemos a nuestros mayores y valoremos esas profesiones que cuidan y velan por nuestros mayores y no olvidemos que estamos y somos gracias a ellos. Mi madre tiene un avanzado deterioro cognitivo, no me reconoce cuando estoy con ella, no sabe quién soy yo, pero yo sí sé quién es ella, mi madre me daba la mano para ayudarme a caminar cuando yo era niña, y ahora yo tengo que valorar, cuidar, motivar y amparar a las personas trabajadoras que le dan la mano para que ella ahora camine. Señores de la empresa que gestiona Amma Ibañeta, siéntense a negociar un convenio de empresa y estabilicen las condiciones de trabajo y salarios de los/as trabadores/as de Amma Ibañeta, resuelvan las cuestiones sociales de su personal y no se conformen con una atención de mínimos. Un abrazo a todas las trabajadoras/es de la residencia Amma Ibañeta. Gracias por estar ahí.