Dopaje financiero en el fútbol
No se trata del escandaloso fichaje del brasileño Neymar por el PSG u otros similares, sino de un modelo de fútbol profesional insostenible, en el que los organismos decisorios priman la especulación frente al control en la gestión y el trabajo con la base
el anuncio y posterior fichaje de Neymar da Silva Santos Júnior por parte del Paris Saint-Germain (PSG) tras abonar los 222 millones de la cláusula de rescisión del contrato del jugador con el FC Barcelona han sacudido un verano más el mercado mundial del fútbol y sitúan serios interrogantes sobre el modelo desarrollado por este deporte en su ámbito profesional y la normativa al respecto de sus organismos internacionales. Y como ejemplo la ridícula negativa, en un primer momento, de la Liga a admitir el documento bancario que satisfacía dicha cláusula debido a lo que el presidente de la LFP, Javier Tebas, definió como “competencia desleal” en el fichaje del delantero brasileño por el club francés. Que la financiación del PSG (como la de otros clubes) se halla bajo la lupa del Comité de Control Financiero de Clubes de la UEFA es evidente desde que en 2015 vio limitada su capacidad para fichar, pero también lo es que la propiedad del club -el fondo Qatar Investment Authority, de quien fuera emir de Catar, Khalifa Al-Thani- ha invertido antes de Neymar 500 millones de euros en fichajes y ha sobrepagado contratos de patrocinio del club para cuadrar sus cuentas e impedir que supere el límite de endeudamiento de 30 millones fijado para cada una de las dos últimas temporadas y la que ahora empieza sin que la UEFA intervenga. De hecho, según la normativa financiera de este organismo, la denuncia de la LFP o de su presidente solo podrá ser contrastada al finalizar la temporada 2017-18, cuando el PSG presente un balance que podría atemperar mediante la venta de algunas de sus figuras. En todo caso, llama la atención que Tebas denuncie y trate (inútilmente) de dificultar el fichaje de Neymar apelando al “fair play financiero” cuando nunca ha criticado otras operaciones de dos clubes de la competición que representa y que suman seis de los diez fichajes más caros de la historia del fútbol: Bale (101 millones), Cristiano (94), James (80) y Zidane (77), por el Madrid, y Neymar (86) y Luis Suárez (82) por el Barça. Pese a Tebas, no se trata del fichaje de Neymar o sus consecuencias en la inflación del mercado de fichajes, sino de un modelo de fútbol profesional insostenible, que prima la especulación y penaliza la gestión controlada y el trabajo con la base. Se trata de un modelo de fútbol profesional insostenible, en el que los organismos decisorios priman la especulación frente al control en la gestión y el trabajo con la base.Un fútbol que, sin embargo, el mismo Tebas representa y ha contribuido a impulsar.