Sueños rotos
Definitivamente, voy a dar gracias a esta neumonía invalidante, porque me ha hecho frenar en seco la pautada rutina diaria en la que apenas quedaba tiempo de reflexión, análisis y medidas a tomar. Lo cierto es que este reposo obligatorio, insomnio necesario incluido, han servido para sumergirme en mi túnel del tiempo y analizar con certeza los sueños pretendidos, a partir de una prematura asunción de responsabilidades, justo después de la adolescencia, y con la obligación de decidir, y bien. Estoy al final de mi otoño en lo que al recorrido vital se refiere, y las nieves perpetuas están instaladas en mi testa y no parece afectarles el cambio climático.
Para que los sueños empiecen a configurarse primero hay que crear, con conocimiento, un microclima adecuado para cada uno de ellos, porque todos son distintos por su diversidad, lo que conlleva distintas sensibilidades para cada uno de ellos. Luego más tarde, cuando abres los ojos, ves claramente que casi siempre la realidad supera la ficción, y más en cuanto a sueños se refiere.
Pues empezamos. A finales de los años 60 (en plena dictadura, por poner en contexto), trabajando entre carnalita, sal y otros desechos, durante los bocatas, tiempos de descanso y a pie de tajo, fui recibiendo mi particular bautismo por inmersión, pues de un neófito se trataba, con más compañeros que así quisieron, respecto a significados como dictadura, democracia, derechos de los trabajadores, solidaridad, lucha, etcétera, conceptos que calaron y configuraron una forma de ser y actuar que por mi juventud y mi inmadurez ideológica desconocía, por lo que la concreción de alguno de los sueños, dentro de aquel contexto de dictadura primero, transición y democracia después, se tradujeron en lucha, denuncia y visibilidad durante la primera, y expectación, esperanza, alegrías y decepciones para la otras dos. A causa de una huelga con una vertiente reivindicativa lógica, más otra política contra la opresión de la dictadura, más el desafío a la ilegalidad de la misma (huelga), acabamos varios trabajadores despedidos, engrosando la por entonces llamada lista negra. El objetivo se cumplió, fuimos el altavoz del descontento, y hubo solidaridad de muchos compañeros de otras empresas. Fue mi estreno, y podemos calificarlo de sueño amable con efectos secundarios personales importantes? Me topé con la cruda realidad.
La lista negra cumplía su misión respecto al rechazo de los que ahí habitábamos, puedo hablar por mí, hasta que una empresa decidió, con toda una mochila de recomendaciones, darme una segunda oportunidad. (SIC). Por supuesto lo agradecí.
Vistas las circunstancias en aquel momento, decidí hibernar mis sueños una larga temporada.
El despertar dio paso a una primavera hambrienta en cuanto a sueños, aunque el discurrir de los acontecimientos presagiaba, como mínimo, esperar en retaguardia. Ya en 1947 se votó en referéndum la única opción, que era la de constituir España en reino (simulacro en todo caso, voto obligatorio, cero garantías democráticas, etcétera). El nombre ya lo nombraría el mismo dictador, y lo hizo proclamando a Juan Carlos su sucesor en julio de 1969, jurando las leyes fundamentales y principios del Movimiento Nacional, colocando la guinda al pastel sucesorio el 22 de noviembre del 75, proclamando las Cortes Generales nuevo jefe de Estado a Juan Carlos I, acatando los principios del Movimiento Nacional. El franquismo parecía hereditario.
¡¡Toma sueños colega!! Hasta aquí el guion previsto.
Tras la muerte del dictador, y con el atado y bien atado, los sueños empezaron a pincharse cual globos de feria. Se mantenían todas las estructuras del franquismo, implantada de nuevo la monarquía, cuando la Segunda República era el sistema político elegido en libertad por los españoles, hasta que el levantamiento militar del 36 (en un medio digital leí que Suarez barajó preguntar por la forma de estado que entonces queríamos los españoles, sondeos previos dieron prevalencia a los de la tricolor, por lo que este sueño fue a dormir al cajón del olvido), nos condujo por la fuerza a un glacial invierno dictatorial, la Ley de Amnistía, que equiparaba a verdugos y víctimas de la dictadura; Ley Electoral, que prima a los grandes partidos en detrimento de las minorías; la Constitución del 78, por cierto redactada por 7 padres y ninguna madre, aprobada con un 33% de abstención, el sí obtuvo el 59% del censo, fue evidente que después de 40 años de dictadura hubo rechazo a pesar de la propaganda a favor de sus bondades. Los pesebreros (sí, entonces ya emergían como parte del paisaje) decían, tranquilos, hay que tragar para no volver a otro 36, porque hay ruido de sables, nos consolidamos y después reformaremos desde dentro, y no está tan mal comparando de dónde venimos?, y la modélica transición se hizo vida y habitó entre nosotros. Claro que estábamos mejor, la entrada a Europa inyectó pasta y obligaciones, votábamos en libertad, compramos pisos y coches sin control, íbamos de vacaciones, se creaba empleo en servicios, construcción (creando una burbuja que nadie controló), una economía especulativa, no productiva, sin I + D, con cimientos de barro, y así acabamos, el euro supuso a los de a pie el encarecimiento de todo (el todo a cien por ejemplo supuso todo a euro), etcétera. Gobernó el PSOE entre 1982/1996 con Felipe González y entre 2004/2011 con Zapatero, el voto útil (PSOE) que se decía entonces refiriéndose a la izquierda tuvo aciertos evidentes y escándalos, si ahora miro por el retrovisor y hasta nuestros días con detenimiento, veo que quien se preconizaba como la llamada izquierda útil fue matando la ilusión, esperanza y transformación a todos los niveles que nuestra sociedad demandaba, dejándola en un amargo descafeinado. Habéis desvirtuado la esencia socialista, habéis llegado a tal nivel de degradación ideológica que muchos votantes de base no votan, otros se tapan la nariz al hacerlo, otros rompen el carnet o, como poco, les den ganas de hacerlo, y lo más grave, votantes que no viendo diferencia entre original y copia en muchos temas, voten original, o sea PP y/o Ciudadanos por ejemplo. Y como un retazo, ¿qué referencia ideológica dan ahora desde Felipe González pasando por Alfonso Guerra y un montón de ministros de gobiernos socialistas? ¿Dónde se han reubicado? ¿A quién representan? ¿Qué tipo de docencia ideológica ejercen? Y sólo hablando del primer nivel. Qué desnudez madre mía? Hasta aquí sueños rotos.
A nivel navarro sí que el sueño se está convirtiendo en realidad, la verdad, ¡¡qué cambiazo!!, con sus sombras de color inexperiencia, pero las luces son deslumbrantes y muchísimas más, necesitan como mínimo repetir legislatura para plasmar en realidad los acuerdos programáticos, a no ser que los puros y castos de Podemos y alguna intervención de I-E exploten el último y mejor sueño. Por favor, enterrar vuestras luchas de poder y corporativismos casposos y centraos en las personas y sus necesidades, que es para lo que os han votado, la derecha sigue ahí al acecho, con juegos preliminares, soñando con placeres orgásmicos de tiempos pretéritos, tenemos que conseguir entre todos que sea un inmenso gatillazo. Así conseguiremos un espectacular sueño.
La neumonía pasará a mejor vida y volveré a la normalidad. En mi primer día hábil, el primer acto será acompañar a Elena y Oier al cole ¡¡qué felicidad!! Esta pareja jamás me abandona. Salud.