Emilio Salvatierra, policía foral
Se cumplen 90 años de la puesta en marcha de la Policía Foral, y ya que están de aniversario, creo que también es momento de hacer un reconocimiento a Emilio Salvatierra, motorista de la Policía Foral perseguido por el franquismo, fallecido en el exilio y totalmente maltratado por las instituciones de la época.
Emilio Salvatierra, que también fue concejal de Pamplona, jugó un papel destacado en el lado republicano. Y la condena que pagó por ello fue el destierro, el olvido y, sobre todo, las sentencias y las destituciones con las que las autoridades franquistas pretendieron manchar su buen nombre.
Emilio aparece en Barcelona como comisario de las Milicias Vascas antifascistas. Se dice que en marzo de 1937 se desplazó a Bilbao para intentar la reconquista de Navarra, pero no llegó a cuajar la idea, como se sabe. En todo caso, antes de irse al exilio, se intercambió innumerables cartas con Manuel Irujo. En una de ellas Emilio, al ver que multitud de navarros pedían participar en el ejército republicano, percibió que el nombre de la brigada 142 vasco pirenaica podía ser un impedimento para que se animara más gente, por eso propuso que la brigada pasara a llamarse vasco navarra. A lo que Irujo respondió que “aquí lo de vasco navarro me parece una literatura de género carlista trasnochado”.
Desde esa realidad intensa y republicana tuvo que dar el salto al exilio francés y marchar hacia Baiona. En la capital labortana, alojado en el hotel Des Arceaux, ubicado en el 26 de la Rue Port Neuf, a pocos pasos de Baiona Ttipia, escribe a Julio Jauregui, que era vocal del SERE (Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles) el 27 de abril de 1939 para que éste haga gestiones para el pasaje hacia México. Consiguió coger el barco, y allí se le pierde la pista, aunque sabemos que trabajó en una importante farmacéutica.
Emilio fue destituido el 4 de agosto de 1936, y sentenciado cuatro años después. Así era la justicia de la dictadura, primero te echaba y luego te juzgaba, por si caso.
A Emilio Salvatierra, por supuesto, le cayó sentencia condenatoria; pérdida de todos sus bienes y 15 años relegado a las posesiones africanas. ¿Y por qué?, por bastantes cosas. En esta sentencia se empeñan mucho en describir bien lo que según su versión hizo “? se distinguió como agitador de masas, a cuyo frente actuaba en los motines y algaradas callejeras, incluso pistola en mano. Tomó parte en los asaltos realizados por elementos del Frente Popular a la Diputación de Navarra y al Círculo Tradicionalista de Pamplona. Fue concejal del Frente Popular del Ayuntamiento de esta ciudad. Iniciado el alzamiento huyó a zona roja, donde desempeñó cargos de importancia, llevándose en la huida el uniforme, correaje y pistola que usaba por razón de su cargo de motorista”.
Emilio Salvatierra, entonces fue un policía foral ejemplar, que se puso del lado de la legalidad republicana, tal y como hizo también el comandante de la Guardia Civil José Rodríguez Medel, por eso creo que se merece alguna mención, al menos para sacarlo del olvido en el que lo quisieron ocultar las autoridades franquistas del momento.