as redes sociales han hecho viral en estos días la frase que podía leerse en una esquela a través de la cual la familia del fallecido agradecía "a los contribuyentes navarros que, con sus impuestos, le hicieron la vida más fácil y digna".

Ayer tuvimos la ocasión en el Parlamento de Navarra de debatir la enmienda a la totalidad presentada por parte de Navarra Suma a la Ley Foral de Medidas Fiscales para 2021, la conocida como ley de acompañamiento a la Ley Foral de Presupuestos Generales de Navarra para 2021.

Ambas son leyes siempre importantes. En este momento que estamos viviendo, lo son más. Son fundamentales. Como fundamentales son también cada uno de los euros de impuestos que pagan los contribuyentes navarros.

Desde un profundo respeto a todos ellos, con rigor y responsabilidad, el Gobierno de Navarra ha presentado su propuesta fiscal para 2021.

Bajo dos premisas claras:

La primera es que en la actual coyuntura económica ocasionada por la pandemia de la covid-19 que sigue azotando a muchos sectores económicos y a la ciudadanía en general, no es momento para grandes reformas fiscales al alza, y la segunda, que en la lucha contra el virus es primordial garantizar el sostenimiento y la fortaleza de los servicios públicos.

Esta Ley de Medidas Fiscales y Tributarias es una ley muy pensada para los tiempos que corren.

Desde el pasado 14 de marzo se han ido poniendo en marcha varios paquetes de medidas fiscales que han contado con la unanimidad de los grupos políticos del arco parlamentario. Todas ellas tenían el objetivo de ayudar, de facilitar, de aliviar económicamente a los contribuyentes castigados por la pandemia mundial.

Desde aplazamientos de pago de impuestos con carencia y sin intereses, pasando por la ampliación del plazo de presentación de declaraciones, hasta el incremento en 2020 de la deducción en cuota de IRPF por pagos a la Seguridad Social de empleados y empleadas del hogar; sin olvidar la ampliación de ayudas en programas de alquiler de vivienda como EMANZIPA o DAVID o eliminación de obligaciones de presentación de declaraciones trimestrales€ entre otras.

De la Ley de Medidas Tributarias en tramitación quiero destacar dos por su importancia y efecto: la exención del pago para autónomos y pymes del Impuesto sobre Actividades Económicas y la supresión de la tributación por módulos y su sustitución por un régimen de estimación directa especial.

La medida de la supresión de los módulos persigue abandonar un antiguo sistema de tributación que, como reconocen mayoritariamente los expertos en materia tributaria, podía estar justificado cuando se implantó hace varias décadas, pero que resulta hoy en día obsoleto y poco acorde con la realidad de la actividad económica desarrollada por el contribuyente, y sustituirlo por un nuevo sistema de tributación que conjuga el doble objetivo de ser:

? más justo, al basarse en la capacidad económica y los ingresos y beneficios o pérdidas realmente obtenidos,

? sencillo y de fácil aplicación para los contribuyentes y adecuado a determinadas características de los sectores afectados, con el fin de evitarles una carga fiscal indirecta añadida con respecto a su situación anterior.

Así, el nuevo sistema de estimación directa especial tiene en cuenta los ingresos y los gastos deducibles, así como determinados porcentajes de reducción del rendimiento neto en concepto de otros gastos de difícil justificación que varían entre un 10% y un 45% en función de las características de la actividad de los distintos sectores afectados.

Al basarse en el rendimiento neto obtenido por el contribuyente (ingresos menos gastos), este sistema no resulta perjudicial sino más beneficioso para el contribuyente en caso de que su actividad se haya desarrollado de forma desfavorable, en circunstancias como las de la actual crisis derivada de la covid, y los beneficios se hayan visto mermados o incluso se haya incurrido en pérdidas.

Por tanto, no es cierto que este nuevo sistema suponga un incremento de presión fiscal para empresarios y autónomos cuyos ingresos se hayan visto minorados por la actual situación de pandemia.

Pero es que, además, si tomamos los datos de las declaraciones de IRPF de 2019 se observa que en la gran mayoría de los casos los contribuyentes afectados, aunque mantuviesen su nivel de ingresos de dicho año, apenas sufrirían variación en su tributación con respecto al sistema de módulos y dicha variación sería a su favor conforme más bajos fuesen sus ingresos.

A modo de ejemplo:

En transporte de mercancías, según datos de declarantes por módulos en 2019, el contribuyente tipo sería uno que obtiene unos ingresos de 74.500 €. Tributando por módulos su rendimiento de actividad sobre el que tributar sería de 12.164 €, y aplicando el nuevo sistema de estimación directa especial estaría en la horquilla 11.000 € a 14.800 € según los gastos que hubiese afrontado.

En hostelería, un contribuyente que desarrolle su actividad en un bar y que en 2019 hubiese tributado por módulos tendría de promedio 51.305 € de ingresos. Por módulos su rendimiento neto habría sido de 10.830 € y por la nueva estimación directa especial dicho rendimiento estaría en la horquilla de 10.300 € a 11.500 € en función de los gastos afrontados. En ambos casos, la factura fiscal resultante es similar.

Además, bajo esa premisa de su fácil aplicación, hay que tener en cuenta que en el sistema de módulos los contribuyentes estaban obligados a conservar las facturas de compras y ventas y a llevar un libro de ingresos-ventas. Pues bien, con el nuevo sistema de estimación directa especial las obligaciones formales son muy similares al estar obligados a conservar facturas de compras y ventas y a llevar libro de ingresos-ventas y libro de compras-gastos. Por tanto, el contribuyente no debe llevar una contabilidad ni tampoco un libro de bienes de inversión.

El próximo 1 de enero de 2021 entran en vigor también otras dos medidas importantes. En la próxima campaña de la Renta los padres y las madres navarras recibirán la devolución vía deducción en cuota de las prestaciones de maternidad y paternidad. 35 millones de euros. Y todos los contribuyentes navarros verán deflactada la tarifa de IRPF.

Los impuestos son la base del sostenimiento de nuestros servicios públicos, la gestión de los mismos es responsabilidad del Gobierno.

El debate fiscal es siempre complicado. Es fácil que impere la demagogia y la superficialidad en detrimento del rigor, la responsabilidad fiscal y el análisis profundo.

Somos muy conscientes de la responsabilidad que tenemos con la ciudadanía navarra, una ciudadanía que con su esfuerzo diario y con sus impuestos sostienen los servicios públicos a los que aplaude desde los balcones y a los que, en emotivos mensajes de despedida como la esquela con la que empezaba este artículo, agradece de corazón.

La autora es consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra

El debate fiscal es siempre complicado. Es fácil que impere la demagogia y la superficialidad en detrimento

del rigor, la responsabilidad fiscal y el análisis profundo