Estamos ante un verano diferente. Por suerte ya se ve la luz al final del largo túnel en el que nos encontramos a raíz de una pandemia que desde marzo de 2020 nos afecta en todos los ámbitos de la vida. Ahora bien, conviene no relajarse en exceso para evitar errores del pasado. Hoy a todas y todos nos viene a la cabeza el Txupinazo que da inicio a las fiestas más populares de Navarra: San Fermín.

Un día triste por la ausencia de sanfermines, pero ilusionante porque la desescalada avanza, el ritmo de vacunación también y cada vez estamos más cerca de poder volver a realizar todas aquellas actividades que hacíamos con total normalidad antes de que la pandemia nos golpeara de lleno. Es ahora cuando valoramos especialmente todo aquello que podíamos hacer antes de aquel 14 de marzo de 2020, fecha en la que se declaró el primer estado de alarma con motivo de la crisis sanitaria.

También en Altsasu, mi pueblo, donde poco a poco vamos levantando inevitables restricciones por la salud pública y volviendo a la normalidad. Cada vida cuenta, así que aunque cada vez tengamos más flexibilidad, tenemos que ser conscientes de que el virus sigue entre nosotras/os, y que hay cepas peligrosas (la conocida como variante India del Covid) que se extiende por Europa. Flexibilidad y disfrutar con responsabilidad. Es esta responsabilidad individual la clave para dejar atrás la crisis sanitaria y por lo tanto, poder centrarnos en la recuperación social y económica que vamos a tener que encarar. Una responsabilidad que no debe actuar únicamente en caso de prohibiciones legales, sino que al margen de lo establecido por parte de las autoridades sanitarias, después de todo el sufrimiento y el esfuerzo realizado, debe ser un principio básico que rija la forma de actuar de todas las personas para prevenir nuevos contagios y en definitiva, cuidarnos entre todas y todos.

El Gobierno de Navarra presentó hace ya unos meses a representantes de la Comisión Foral de Régimen Local un borrador de directrices sobre la celebración de actividades a lo largo del verano en el que recomendaban la suspensión de todas las fiestas locales sin excepciones durante esta temporada dada la situación derivada por la pandemia. Así lo trasladaron también al presidente de la FNMC y a los regidores representados en este órgano interinstitucional. Una recomendación cuyo cumplimiento por parte de Ayuntamientos y Concejos de Navarra debe estar por encima de cualquier disputa política pública motivada por intereses políticos.

En el mismo documento se hablaba de que las actividades que se puedan hacer a lo largo de este verano (ocio, deporte, cultura, piscinas, festejos taurinos, presencia de feriantes...) se realicen en todo momento con un control de aforos y en función de los niveles de riesgo sanitario por lo que van a imperar los criterios de Salud.

En todo caso quedó claro que las actividades de verano se celebrarán siempre fuera de las fechas de fiestas para evitar que se confundan con las llamadas ‘no fiestas’ y sean un llamamiento a la concentración de personas.

Para un Ayuntamiento es muy duro dejar dos años sin fiestas a sus vecinos/as. Nunca pensamos que esto podía ocurrir, pero la salud es lo primero, sin salud no hay economía y el equilibrio entre trabajo, ocio y salud es complicado, aunque se va consiguiendo con esfuerzo de todas y todos, también gracias a la responsabilidad del sector de la hostelería, del turismo, la cultura…. que han sufrido en primera persona lo peor de la pandemia. Altsasu al igual que numerosos municipios de toda Navarra, ha tomado medidas para hacer más fácil la vida a los sectores más castigados por la pandemia. Medidas concretas en el ámbito de la hostelería desde la entrada de Navarra en la nueva normalidad en el mes de junio de 2020 y las fases de desescalada previas, campañas de bonos consumo para fomentar la compra en el comercio local fuertemente afectado por la pandemia aunque desde hace años en serio peligro o la programación cultural de verano al aire libre y durante el resto del año en el interior de nuestro Centro Cultural Iorta, poniendo de manifiesto que las actividades culturales son un ámbito seguro.

Este año 2021 tampoco podremos disfrutar de las Fiestas de Alsasua que tocaría celebrar entre los días 10 y 14 de septiembre, en virtud de la suspensión oficial de las mismas aprobada por parte del Pleno del Ayuntamiento. Hemos pasado un tiempo muy duro desde el mes de marzo de 2020 y en esta recta final no podemos tirar por la borda todo el esfuerzo colectivo realizado.

Tras meses de fatiga pandémica, los expertos piden no alimentar falsas expectativas que nos hagan bajar la guardia ante un virus y una enfermedad, la Covid-19, con muchas incertidumbres todavía. Este semestre será un periodo de transición, algunas medidas de contención continuarán y recuperaremos parte de la antigua normalidad.

La pandemia nos ha hecho cambiar nuestra forma de vida, hemos descubierto el teletrabajo, la vida al aire libre, utilizamos mascarilla para proteger a los demás y hemos reducido nuestra vida social. Todo para mantener alejado al SARS-CoV-2 y para cuidarnos entre todas y todos.

Nos hemos tenido que adaptar a una situación que ha puesto en peligro nuestro modelo económico y social. He de decir que para cualquier gobernante buscar el equilibrio entre salud pública y economía ha sido muy duro, yo al menos como Alcalde de una pequeña localidad he hecho todo lo que he podido en esta ingente tarea ante una situación sin duda inédita.

En este 6 de julio es inevitable finalizar este artículo con un Gora San Fermin! ¡Viva San Fermín! Con la esperanza de que tanto esta como el conjunto de Fiestas y festividades de Navarra las podamos volver a celebrar con plena normalidad y alegría el próximo año 2022.

El autor es alcalde de Altsasu-Alsasua (Geroa Bai) y burukide de EAJ-PNV Nafarroa