Llevo varios días leyendo en la prensa y en redes sociales algunas opiniones sobre las oposiciones al cuerpo de profesores de enseñanza secundaria que se están realizando en nuestra comunidad y en otras comunidades simultáneamente.Tengo que empezar aclarando que no estoy de acuerdo con el sistema que se sigue para elegir al profesorado funcionario en nuestro país, ya que no hay tiempo para hacer en un mes una buena selección con la gran cantidad de aspirantes que se presentan.Los aspirantes primero tienen que realizar una prueba práctica, que por pretender abarcar a todas las ramas que hay dentro de cada especialidad, es muy variada, lo que hace difícil que un aspirante que no se lo haya podido preparar todo el temario la supere con éxito y, desde luego, es difícil que saque buena nota. Aquí está el primer problema.En segundo lugar hay que enfrentarse a la elaboración de un tema elegido entre 5 sacados a sorteo. Y aquí está el segundo problema. La nota del tema no es proporcional a lo que se sepa de él, ya que según se indica en la rúbrica, que conocen con anterioridad los aspirantes, el desarrollo del tema sólo se puntúa con una parte de la nota. El resto de la valoración consiste en una adecuada introducción y justificación del tema, en una organización adecuada y equilibrada del mismo, en unas conclusiones finales y en una justificación académica indicando una serie de actividades lo más variadas posibles.Todo ello pensando en que, en la realidad de la docencia, el tema hay que presentárselo al alumnado de forma atractiva y justificada, con un desarrollo equilibrado en el tiempo, una exposición adecuada, no meramente expositiva, y con un equilibrio de actividades variadas que, además de resultar atractivo, le permita adquirir una serie de capacidades con las que servirse del mismo para enfrentarse a los requerimientos de nuestra sociedad actual. Lo anteriormente expuesto hace que muchos aspirantes primero, no superen la fase práctica y, segundo, no superen el desarrollo del tema. Por mucho que se sepa hasta el infinito del tema elegido, si se limitan a desarrollarlo con perfección, solo consiguen un aprobado, y como tengan alguna falta de ortografía, de tildes, o algún fallo de expresión, lo tienen suspendido.Quiero concluir diciendo que, creyendo que hay formas mejores para elegir al futuro profesorado, esto conllevaría un tipo de pruebas diferentes que requerirían mucho más tiempo del que se dispone en la organización actual.Hay que pensar que dar clases y enfrentarse a un alumnado preparado a niveles tecnológicos como lo está el actual, con multitud de intereses distintos y con los requerimientos que la sociedad actual exige, no es tan sencillo como exponer unos temas que se dominan. El mejor profesor no es el que más sabe, sino el que logra transmitir esos conocimientos de una forma atractiva, equilibrada y adecuada para las exigencias de nuestro alumnado y nuestra sociedad actual.

*La autora es profesora de biología y geología con 33 años de docencia y tribunal de oposiciones de este año