engo una sensación extraña. Como si el tiempo se estuviera deteniendo poco a poco a la espera de que vaya a ocurrir algo importante. Como si fuera un de esos trucos cinematográficos en el que la escena se paraliza y solo el protagonista sigue observando la vida en tiempo real y seguidamente sucede un hecho que cambia el guión de la película. A veces también pasa algo similar en nuestra vida cotidiana. En un momento dado te encuentras solo observando cómo todo a tu alrededor se detiene durante unas interminables microcentésimas de tiempo y luego todo se reactiva de golpe como si no lo hubieras vivido así. Casi nunca sucede nada, claro. Nada catastrófico quiero decir. A veces incluso al instante siguiente la realidad es de normalidad absoluta, sin nada que contar tras parecerte haber vivido el mundo parado a tu alrededor. Ahora esa sensación va más allá. Como si lo que se estuviera parando poco a poco fuera el mundo en su totalidad con la percepción de que algo muy importante va venir de golpe. Un cambio total a nivel global de un momento a otro y de forma inesperada y de consecuencias desconocidas. Hay signos me parece de algo de ello. El poder en todas sus dimensiones se ha trasladado ya al Pacífico. Ya está ocurriendo algo importante a lo que quizá aún no le hemos prestado la atención debida a su alcance. No hablo solo de la economía y de la decadencia del mercantilismo capitalista. Tampoco de la ofensiva generalizada de las estructuras oscuras de los oscuros poderes que tratan de dominar el mundo contra los valores de la democracia, la ética humanista, el bien común y la justicia social. Eso ya está sucediendo desde hace tiempo. O no es solo eso. Es algo más profundo que viene y va a llegar. Tengo esa extraña sensación de que en un tiempo imperceptible este mundo va a ser otro. Y nos lo vamos a encontrar de sopetón en la escena siguiente de la vida. Sin más. Solo es una percepción. Tampoco hay que darle más importancia. Pero he terminado está columna y sigo teniendo la sensación de que el tiempo sigue deteniéndose a ritmo muy lento.