lueve sobre mojado y nos seguimos calando. Y nos quejamos día tras día mirando al cielo, buscando quien sabe qué, para responsabilizar a alguien o algo de esa molesta lluvia persistente en lugar de salir de casa con el paraguas, bien protegida y tratando de moverte con el equipamiento necesario por si la lluvia se vuelve nieve. Y si es así, no coger el coche si no lo necesitas, por mera diversión, aunque lleves cadenas y ruedas de nieve, porque una vez en la carretera ya no eres solo tú, sino que de lo que tú hagas o haga el resto puede depender la seguridad de todos y todas. Creo que con el covid pasa como con el tiempo. Llueve sobre mojado y no queda otra que sacar el paraguas. Miramos a diario el parte meteorológico como miramos el parte de contagios y ocupación hospitalaria. Pero no sé si salimos de casa mentalizados y con todo lo necesario para soportar el chaparrón. Tampoco los partes aciertan siempre. Nos lamentamos de que vuelve a subir el número de contagios, buscando a alguien a quien culpar, cuando no hay más culpable que el covid. Los contagios suben de uno en uno y es la suma de muchos lo que dispara la situación. Algo obvio, que ya sabemos por la experiencia vivida y contra lo que no queda otra que repasar lo que cada uno o una hacemos, nuestra actitud, y empezar de nuevo a pensar en el conjunto, en cómo lo que hacemos repercute en los demás. Puede que cada cual piense que esto no va con él o con ella, que ya se protege, toma medidas de prevención, se vacuna, evita situaciones de riesgo... pero en tanto que alguien no lo hace, consciente o no, el virus sigue avanzando sin control. Como un coche sin cadenas por la carretera helada. Y ahora estamos en pleno temporal, en un momento crítico, en el que ya no basta con protegernos de uno en uno, si no conseguimos una protección común. Sanitariamente se está actuando en Navarra para tratar de controlar esta nueva ola en una triple dirección: detección, seguimiento, diagnóstico y vacunación. Pero no es suficiente a la vista de los datos. Y no creo que podamos pedir mucho más, ni seguir tensionando el sistema sanitario ya saturado y cansado si socialmente e individualmente y sobre todo políticamente no estamos dispuestos a renunciar a nada. Esta no es una crisis solo sanitaria, es una crisis global que exige respuestas y renuncias globales. Parece que algunos se refugian en su propio paraguas en lugar de mirar las previsiones. Estamos en riesgo alto, creo que no basta con coger el chubasquero.

Miramos a diario el parte meteorológico como miramos

el parte de contagios y ocupación hospitalaria. Y ahora estamos

en pleno temporal