Asisto indignado a una declaración pública de un descarado acto de sexismo, marginando a un grupo de personas por razón de su sexo. Algo que aparte de ilegal, es profundamente injusto e incumple la supuestamente pretendida igualdad, fomentando el enfrentamiento y los bandos. Una de las beneficiarias de este acto de discriminación, argumentaba que su grupo había sido perjudicado antes. Como si las personas ahora perjudicadas tuvieran alguna responsabilidad y merecieran el actual perjuicio. Y las beneficiarias hubieran sido perjudicadas y merecieran una compensación.Esta practica sexista es lo que han declarado haber hecho este año en el festival de música Ribera Sound de Tudela. Yo les animaría, ya que han decidido realizar está práctica, llevarla hasta las últimas consecuencias y, además de a las artistas, lo aplicarán a todo el festival: a la dirección, a los trabajadores, montadores, seguridad y, ya puestos, también al público. Creo que todos somos personas individuales responsables únicamente de nuestros actos y así deberíamos tratarnos.Flaco favor.