Se acusa a las empresas de obtener grandes beneficios, pero sólo se corresponde parcialmente con la realidad, pues realmente la mayoría de las empresas industriales sobreviven a duras penas y están sometidas a la situación de crisis permanentes que hace que el capital no arriesgue en actividades industriales y se deriva a actividades con contenido eminentemente financiero que se caracteriza por la rapidez de gestionarse y la difusión universal de sus actividades. Realmente las empresas industriales hoy tienen que recibir subvenciones de los estados para estimular a los inversores a arriesgar. Porque, además, el sistema se ha convertido en reglamentista, lo que impide la explotación de los trabajadores como sucedía en la fase del auge industria de los siglos XIX y XX. Ahora se llevan la actividad industrial a países lejanos, quedan en las metrópolis la gestión general y distribuyen la mano de obra por donde la legislación social es más maleable. Pero en general las empresas industriales tienen que soportar una gran competencia y los beneficios muchas veces son tan volátiles que tienen que crearse a base de una imaginativa concepción de lo que son beneficio, cuando muchas veces se están calculando cuando aún están sin producirse, y que es una nueva concepción de hacer presentes acontecimientos futuros que por definición tienen riesgo de su realización. Pero la ciencia económica se vale de modelos económicos para actualizar los beneficios futuros, lo cual se ha aceptado como un hecho objetivo porque vienen avalados por doctrinas económicas de diversas escuelas de economía y de premios Nobel que le aportan solvencia. Este es el fundamento de las crisis económicas que se han instaurado en el sistema económico, porque de lo contrario el sistema colapsaría y los avisos son demasiado frecuentes si se miran las crisis permanentes en que vive la sociedad y los estados tienen que rescatar descaradamente a los bancos con fondos públicos porque de lo contrario colapsaría el sistema. En realidad, hay que reconocer que el sistema cae en barrena y la solución como siempre de las crisis la solucionarán los militares con su simplismo y el estímulo de la reconstrucción de las ruinas que provocan.