a confirmación de una oferta de adquisición de acciones (opa) por parte de Siemens Energy sobre GamesaSiemens Energy sobre Gamesa tras la que tendrá el control total de la compañía con sede en Zamudio e histórica y amplia presencia en Navarra ha generado la lógica preocupación por las consecuencias de diverso tipo que pueda acarrear. Las dificultades por las que atraviesa Siemens Gamesa, agravadas durante los últimos meses debido a la presión de los costes de la energía, de materias primas y logísticos y la crisis de componentes claves, unidas a problemas propios de gestión y estratégicos, han llevado a la compañía a unas pérdidas de 780 millones de euros entre octubre de 2021 y marzo de 2022. Una situación que ha precipitado la decisión del grupo alemán. Siemens prevé a corto plazo abordar estos problemas que pueden poner en riesgo la viabilidad de Gamesa para, a medio plazo, buscar una futura expansión y despliegue potencial de la firma. A lo largo de su dilatada historia, Gamesa se ha convertido, desde el arraigo y el compromiso con Navarra -tiene su origen en el impulso que mantuvo la Comunidad Foral en el sector eólico desde los años 80 con la pionera empresa pública EHN, que luego acabó en manos de Acciona-, y la CAV y sus proveedores, en una empresa puntera y de referencia internacional en la industria y desarrollo de nuevas tecnologías, destacando en el ámbito de la ingeniería y fabricación de aerogeneradores y parques eólicos. La fusión con la división eólica del grupo Siemens, sin embargo, no ha llegado a cumplir las expectativas levantadas. En diez años, Siemens Gamesa ha cerrado sus plantas de producción en Alsasua, Olazti, Tudela, las dos de Imarcóain y Aoiz y ha optado por la deslocalización tras recibir millones de euros en ayudas públicas de las arcas forales. Un ejemplo más de cómo una empresa creada con dinero público en un sector estratégico como el energético acaba en manos privadas y exteriores. En la actualidad, mantiene 1.800 empleo en Sarriguren, la mayoría en ingeniería, conocimiento e I+D. La operación del grupo alemán debe estar ligada al cumplimiento de unas garantías básicas, que pasan por mantener su arraigo territorial donde siga siendo un eje de valor añadido y tractor para la industria auxiliar y de proveedores dentro de la estrategia de transformación energética y de generación de renovables. Asimismo, es exigible el mantenimiento del empleo asegurando su viabilidad, rentabilidad y proyección.