- Siemens Energy no está satisfecha con Gamesa. Y, pese a que no tiene previsto "de momento" trasladar la sede de Zamudio ni afrontar un drástico recorte de personal, ya admite que habrá ajustes. De momento, los llama "optimización estructural", pero afectarán al perímetro de la empresa vasca y está por ver su impacto en Navarra, donde cuenta con 1.818 trabajadores, 52 de ellos en Agustinos, 90 en Arazuri y la gran mayoría, 1.676, en los dos centros de Sarriguren.

El consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, y la directora financiera de la matriz de Gamesa, María Ferraro, explicaron ayer en una conferencia la OPA lanzada por el 33% de las acciones que no controla de la compañía eólica vasca, y no dejaron tranquilos a nadie. De hecho, Bruch indicó que la parte "más extensa del ahorro que se busca está en la cadena de suministros", mientras que la segunda serán las actividades de investigación y desarrollo, que en el caso de Gamesa se encuentran concentradas en Navarra y que Siemens Energy quiere agrupar en una única plataforma.

Estas palabras, procedentes de una empresa cuyo centro de decisión se encuentra ya en Munich, generan incertidumbre en la plantilla navarra, cuyos costes en cualquier caso son sensiblemente inferiores a los de Alemania. Sarriguren podría así asumir más tareas de las actuales o, por el contrario, afrontar un doloroso ajuste. La empresa quiere ahorrar unos 300 millones.

La presidenta del comité de empresa de Siemens Gamesa, Clara Fernández, expresó "la máxima preocupación por el empleo y el rumbo de la compañía" y exigió a la dirección una reunión para que aclare las consecuencias de esa operación. También ha pedido sendos encuentros con los ejecutivos vasco y español para que presionen en aras a evitar que se pierdan puestos de trabajo. Y es que, según lamentó, "siempre que se habla de ahorro y de sinergias supone un tijeretazo a la plantilla", que ya ha perdido 1.500 efectivos desde que se anunció la fusión. Es por ello que Fernández se mostró convencida de que la sede saldrá finalmente de Zamudio y de España, al tiempo que avisó de que el comité no va a aceptar que "todos los errores de mala gestión los vayan a pagar los trabajadores", por lo que adelantó que se realizarán movilizaciones de todo tipo.

Bruch lanzó también algunos mensajes de tranquilidad. "No preveo ningún cambio, por ahora. Estamos comprometidos con las operaciones en España y en el País Vasco", subrayó el consejero delegado de Siemens Energy, tras ser preguntado acerca de la posibilidad de un cambio de sede. Bruch también ha recalcado que si bien no está en su agenda acometer un cambio de sede, sí que considera necesaria una "estructura efectiva para el negocio" con la cual servir al cliente de forma correcta y perseguir "la excelencia".

Más allá de la sede operativa de Siemens Gamesa en Zamudio, Bruch también aseguró que, en caso de que salga adelante la OPA, los impuestos se seguirán pagando "en los países en los que se opera", por lo que la sede fiscal seguirá estando donde se "obtienen ganancias". "Estamos comprometidos con nuestra huella en España y en mantener la presencia", ahondó Bruch.

En este sentido, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, aseguró ayer que una vez se conozcan todos los detalles de la OPA, el Ejecutivo trabajará para garantizar los puestos de trabajo en Gamesa y para que se continúe trabajando con proveedores vascos. Tapia reconoció que el anuncio de la OPA genera "incertidumbre". "Es primordial tener un conocimiento exacto de los planes de la compañía y los primeros que deben conocerlos son los trabajadores", señaló. Sin embargo, lamentó "la falta de comunicación con los trabajadores de las plantas de Siemens Gamesa y una comunicación más directa con las instituciones".

Respecto al precio que ofrece Siemens Energy en la OPA que ha anunciado, de 18,05 euros por acción, Bruch señaló que es un precio "atractivo" y que esperan poder convencer a los accionistas minoritarios para que les vendan sus acciones. En cuanto a que el precio sea menor al que el grupo Siemens pagó a Iberdrola en febrero de 2020 por el 8,07% de la eléctrica en Siemens Gamesa, de 20 euros por acción, Bruch explicó que, cuando compraron las acciones a Iberdrola, la situación de Siemens Gamesa era otra. Añadió, asimismo, que ahora se ha deteriorado, ha habido distintos profit warnings (advertencias al mercado de reducción de perspectivas de beneficios) y que todo ello tiene un efecto sobre el precio de evaluación.

No obstante, subrayó que la oferta de 18,05 euros por acción supone una prima del 27,7% sobre el valor al que cerraron los títulos de Siemens Gamesa el 17 de mayo, antes de que Siemens Energy dijera que analizaba lanza una OPA sobre su filial. l