l alcohol, "droga estrella" en numerosas violaciones. Lo sigue siendo. El agresor se aprovecha del estado etílico de la víctima. Conclusión emanada de unas jornadas sobre Sumisión química y violencia sexual celebradas en Pamplona (Ayuntamiento/Ministerio de Igualdad) El alcalde Maya parece no darse por enterado: suma suministro de alcohol en la plaza del Castillo. Profusión contra prevención. Una incongruencia. Con pinchadiscos en lugar de concierto, en sesión de tarde y noche. Diez barras o mostradores en la plaza, seis a un lado (San Nicolás), cuatro al otro (Estafeta), con el límite de los parterres y abiertos hacia el interior. Ni sillas ni terrazas ni comida ni ambientación musical propia. Los puestos dispondrán de energía eléctrica (pago de 600 euros por local), pero no de agua y desagüe. Vasos reutilizables. De 10 de la mañana a 2.30 de la madrugada, horario máximo. Con los bares estables periféricos, un círculo concéntrico de alcohol. La idea municipal es "acabar con el botellón que, años atrás, se había adueñado de este espacio". Lo probable es que, en lugar de sustituir, los consumos se sumen. Para los hosteleros de Labrit, una compensación por la supresión de carpas junto a sus establecimientos. Para los de la plaza del Castillo, una opción de participar en el enjuague. Para el epicentro de la fiesta, una guinda a la saturación de abrevaderos. Ante expresiones de malestar, el alcalde se refugió en una cínica indiferencia: "Si no se presentan solicitudes, se acabó el problema. No tenemos ningún interés especial en tener esas barras". Como si la falta de aspirantes le hubiera supuesto un alivio. Nos toma por canelos. Otra vez. ¿Qué empresario del gremio declina hacer caja en la plaza del Castillo? La fórmula llegará para quedarse. Como taberna o como txosna, según quién gobierne. A pesar del aparente desistimiento (disculpa, incluida), Maya ya tiene su macro concierto. Artista contratado: Soziedad Alkoholika. l