Del aluvión de datos que cada año acompañan las informaciones elaboradas con motivo del Día Mundial del Sida, en esta oportunidad llaman la atención los concernientes a que el 70% de los que lo padecen en Navarra –21 casos este año–, son hombres y que los 1.220 navarros y navarras diagnosticados, la mitad son mayores de 54 años. Es cierto también que la incidencia se mantiene en los niveles de los dos últimos años y lejos de los 46 casos detectados en 2019. Logros que han conseguido tanto por el descenso de la mortalidad como la mejora de calidad de vida de quienes la padecen. No obstante, existe inquietud entre los expertos y en los organismos públicos por una palpable relajación en todo lo concerniente a la prevención y sigue preocupando que cuatro de diez diagnosticados es menor de 35 años. Al parecer, ese relajamiento se sustenta en la creencia cada vez más extendida de que aquella pandemia que arrasó en los años ochenta ya es historia y que ahora existen remedios que garantizan la curación: que casi nadie muere de sida. De hecho, el movimiento asociativo –Sare, Comisión Ciudadana antiSida, Consejo de la Juventud y Kattalingorri, junto al Gobierno de Navarra–, insiste en la importancia y necesidad de apostar por una educación sexual pública y centrada en los cuidados y el derecho a la visibilidad de las personas con el VIH exigiendo el fin del estigma y la discriminación, pese a que se avanza también, aunque aún se produzcan resistencias, en la comprensión y aceptación social de la enfermedad. En Navarra, por ejemplo, la mortalidad es de 0,6 casos por cada cien mil habitantes. Esa pérdida de miedo (el miedo siempre ayuda a mantenerse alerta) ya ha sido detectada y de ahí las campañas que intentan concienciar a la población sobre la importancia de no bajar la guardia. Así que contrastada la eficacia de los medicamentos para combatir el VIH, es imprescindible seguir combatiendo, ahora desde la prevención y la información, porque casi la mitad de las nuevas infecciones se diagnostican de forma tardía. El slogan de este año VIHDA advierte de que el virus sigue circulando en nuestra sociedad –2.229 casos en 40 años en Navarra y 72 fallecidos entre 2017 y 2021–, y también de que no hay que bajar la guardia. El pilar básico en la lucha contra la expansión del VIH en la prevención de nuevas infecciones es información, promoción de estilos de vida saludables y la educación afectivo sexual desde un enfoque positivo.