GOL EN EL SADAR

Uno de mis divertimentos favoritos en estas vísperas electorales a trompicones es el goteo de noticias sobre las listas. Es de lo más parecido a los programas futboleros de cuando todos los partidos se disputaban al mismo tiempo. Así, cada equis hay un gol en las Gaunas, un penalti en el Plantío o una sorpresa que salta en la Condomina. Sin ir más lejos, ayer, los teletipos se pusieron a pitar a media mañana para anunciar que el goloso número dos de la lista del PP por Madrid lo ocupará Marta Rivera de la Cruz. Qué carrerón, por cierto, el de la escritora de best sellers, que le cogió gustirrinín al escaño con Ciudadanos, luego saltó a una poltrona con Ayuso —consejera de Cultura— y ahora vuelve al Congreso a rebufo del jefe, Alberto Núñez Feijóo. Apuesten a que media docena de patanegras del PP están echando las muelas por el fichaje. Más cerca, también tuvimos nuestro gol en El Sadar. Descartada la coalición con UPN, la sucursal navarra del PP escogió al tránsfuga de postín Sergio Sayas como cabeza de lista. Había que colocarlo, estaba claro.

EN LA CAV

En la demarcación autonómica, ni PNV ni EH Bildu ni PSE nos han dado grandes sorpresas. Tampoco la elección de Bea Fanjul (cero días cotizados por cuenta ajena) para la lista vizcaína de los populares se ha salido de lo previsible; sí algo más, la del renacido Javier De Andrés por Araba. En este territorio, sin embargo, sí ha sido un patapum que la flamante plataforma Sumar haya relegado a Juan López de Uralde a puestos de imposible salida. De poco le sirvió al incombustible de lo verde presentarse aquel domingo de abril en Magariños a mostrar su respaldo a Yolanda Díaz. A la hora de teclear estas líneas, el runrún más repetido situaba al veterano de Podemos Roberto Uriarte para abrir la candidatura.

¿MONTERO POR BIZKAIA?

Claro que lo divertido pudo estar en Bizkaia, donde la cabeza de cartel de la formación yolandista se ofreció, tachán, tachán, a Irene Montero. Confieso que pensé que era uno de tantos bulos tóxicos que se echan a correr para embarrar más el campo. Sin embargo, ayer lo confirmaba el periodista de La Vanguardia Pedro Vallín, que no es que tenga buenas fuentes en Podemos, sino directamente en Galapagar. Según esa misma información, ojo con esto, durante la negociación, los morados no se esforzaron mucho por conseguir un buen puesto a su icónica ministra. Incluso presionaron más a favor de María Teresa Pérez, que casualmente forma parte del equipo de Ione Belarra en el Ministerio de Derechos Sociales. Así que lo del veto tiene su relato alternativo.