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Campeonas del Mundo

Los equipos femeninos del Tercera RFEFDIARIO DE NOTICIAS

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En apenas su tercera participación en un mundial España consiguió proclamarse campeona del mundo de fútbol femenino. Un hito en la historia sin precedentes.

Eso sí, en un clima extraño originado tras el pasado incidente del mes de septiembre bautizado como el de “las 15” y con la actitud deplorable de Luis Rubiales en la celebración del título y su esperpéntica huida hacia delante como si no hubiese sucedido nada grave en su beso a Jenni Hermoso.

Pero no voy a perder el espacio que me ofrecen en esta columna para hablar de lo negativo porque de eso ya se han llenado páginas. Debemos poner en valor el hito conseguido. Ganar un mundial ha parecido casi hasta fácil pero hubo que perder 4-0 con Japón para realizar cambios significativos que permitieron a la selección convertirse en campeona del mundo. La aparición de Salma, retrasar a Jenni, sentar a Alexia, el cambio en la portería y ubicar a Esther de delantera elevaron el nivel de la selección hasta cotas inalcanzables como ganar un mundial.

Esto afortunadamente va a traer consecuencias positivas: hará que haya más recursos para invertir en el fútbol base, se están ya generando referentes para las generaciones futuras, aumentarán las licencias de manera significativa y las campeonas del mundo Sub 17 y Sub 20 no sentirán la presión de tener que ser la primeras en ganar un mundial absoluto. España, ahora mismo, tiene la triple corona.

Se han dado pasos firmes y contundentes con las reivindicaciones logradas, ahora ya solo queda seguir el camino de manera firme para que en un futuro se consiga desterrar a todos los Rubiales del fútbol femenino y solo tengamos que hablar de los éxitos y gestas deportivas. Somos campeonas del mundo pero en este mundial hemos logrado mucho más.