Capilla Renacentista Michael Navarrus de la Coral de Cámara de Navarra

Orquesta La Caravaggia. Director: David Guindano. Obras de Henrich Schüts. Iglesia de los PP Carmelitas de Pamplona. 22 de octubre de 2023. Lleno (gratis).

David Guindano, sigue deslumbrando en su faceta de musicólogo al servicio de la programación de conciertos: Hoy redescubre a Schütz: un compositor clave en el desarrollo de la música sacra barroca alemana. Y lo hace utilizando la arquitectura del famoso Mesías de Haendel, nacido cien años después. Un acierto. Porque los acontecimientos del Nacimiento, la Pasión y la Resurrección de Cristo, son eje central de la música religiosa, tanto católica como luterana. Un concierto denso, pero no pesado, con un criterio de conocimiento profundo del autor. Yo creo que escuchamos todo tipo de aportaciones novedosas (acompañamiento al evangelista con violas de gamba; dar voz a la Magdalena…); requiebros de agilidades; muy sentimentales tramos lentos… en fin, siempre una música de gran poder y belleza y que va de lo más florido a los más austero, curiosamente. En líneas generales, la interpretación cumplió y trasmitió todo ese “nuevo antiguo mundo”; con un ensemble rico en timbres historicistas, que respetó a solistas y coro; unos solistas un poco desiguales, pero que cumplieron bien; en especial en algunos dúos, francamente emocionantes; unos coros reducidos, también a la altura; y el coro tutti, con una cuerda de sopranos y altos, magníficas, y graves. Quizás las idas y venidas del coro lastraron algo la fluidez del concierto. A uno se le ocurre que poniendo cuatro bancos en el presbiterio, alternando, sentados o de pié hubiera bastado para que viéramos bien al coro y sus partes solistas. Pero bueno, es lo de menos. Lo importante es que durante las, casi, dos horas, que duró el concierto, te introducen en un mundo sonoro nuevo, propio, que, continuamente se alimenta de personajes distintos, y del que ya no puedes salir. Como cuando escuchas un Wagner o un Bruckner.

La entrada del coro en el Nacimiento es de plenitud y luminosidad. Luego se enriquecerá con agilidades al tomar el rol de ángeles. Julieta Viñas, sólo de ángel, tiene una voz limpia y muy apropiada para su papel. Las flautas de pico (impecables) introducen a los pastores. El bajón y la cuerda grave del coro solemnizan a los Reyes Magos. También a los sumos sacerdotes. El solo de bajo, bien salvado por Irulegui, representa a Herodes y, de nuevo la soprano, con sus vocalizaciones bien hechas, da vida al ángel de José. La conclusión, de esta primera parte, llega con el coro y la orquesta al lleno, todo bien controlado. El primer coro de la Pasión es una preciosidad, y, de nuevo, el reparto de las voces más agudas tendiendo a lo celestial y las graves, a lo más terrenal. Todo queda claro. Música un poco apesadumbrada –es para la muerte– pero llena de esperanza. Voz de más calidad la del rol de Jesús, que la del evangelista. Muy novedosa, y bien cuadrada, la irrupción de los cuatro evangelistas. Y bellísimo, resignado, y balsámico, en composición e interpretación, el coro final. En la tercera parte, entran unos diálogos magníficos. Inéditos el de Jesús y la Magdalena. El dúo de las dos sopranos, espiritual y afectivo a la vez. Al final, todo júbilo: Surrexit Pastor con su alleluia, bien. Yo se que mi Redentor vive, lento con cierta vuelta a la alta polifonía, muy bien. El Jubilate algo dubitativo en la entrada y un poco pobre de voces, aunque la onomatopeya de instrumentos se hizo. La orquesta a solo, también bien. Y el coro final, solemne y espléndido. Ambiciosa y fructífera velada para conocer a Shütz. Con tramos francamente emocionantes.