Lexiculogía: Ciencia que trata del conocimiento fundamental de las palabras con que debe describirse el ano. No encontrarán esta voz, de momento, entre el nuevo caudal aportado por la RAE al Diccionario de la Lengua. El neologismo está extraído de ‘El diccionario de Coll’, una obra editada en 1975 por el ácido y surrealista cómico de la que en apenas dos años llegaron a las librerías veinte ediciones. La parte menuda de la legendaria pareja Tip y Coll juega y retuerce las palabras sin más ánimo que arrancar una sonrisa. Por ejemplo, pateo: que niega la existencia de Dios con los pies.

También entre los vocablos que han obtenido la certificación de la RAE encuentro algunos que, por el doble juego de las palabras, podrían llevar la particular interpretación de Coll, como chundachunda, colín, enchufable, retrogusto, exodoncia o perreo. También pasan el examen otros como machirulo, kriptonita o big data. Todo esto viene a confirmar lo que dejó escrito Manuel Seco en su ‘Diccionario de dudas de la lengua española’: “El lenguaje, pues, no está sometido a leyes ciegas. Es un acto humano, y, como tal, sometido a la voluntad humana; no solo la voluntad del que propone un uso, sino de quien decide seguirlo”.

Quiero imaginar que los académicos habrán dejado para más adelante otras voces que son de rabiosa actualidad, tanto en las conversaciones como en los medios de comunicación. Me refiero, por ejemplo, a sanchismo (estilo de gobierno con el que la derecha martillea al Gobierno de Pedro Sánchez), influencer (persona que vive de contar cómo vive), motomami (mujer fuerte a la que canta Rosalía), postear (publicar en internet hasta el agotamiento), mutear (lo mismo que silenciar pero con matiz tecnológico) o la composición de bloque alto, medio o bajo (que no es un edificio sino la disposición táctica de un equipo de fútbol).

Escribió Fernando Lázaro Carreter en ‘El dardo en la palabra’: “Una lengua natural es el archivo adonde han ido a parar las experiencias, saberes y creencias de una comunidad”. Solo que ahora las experiencias, los saberes y las creencias se nutren en gran parte de las nuevas tecnologías y las letras de la música latina. Hay que customizar el diccionario.