Fernando Savater, ser humano que en su día presumió de habérselo pasado “muy bien luchando contra ETA”: Desde el domingo no dejo de encontrarme su rostro en cabeceras de papel y/o digitales del ultramonte mediático. Acude a ellas para denunciar su despido del diario El País después de casi medio siglo. No me alegra el mal ajeno, ni siquiera el de tipos que me resultan tan antipáticos como usted.
En cualquier caso, a diferencia de tantos colegas de mi gremio que necesitan el currele para vivir, no parece que se vaya a quedar sin condumio por perder la colaboración semanal. Es más, me apuesto un zurito a que muy pronto lo veremos firmando acá o allá. Por lo demás, después de haber leído varias de sus últimas piezas en las que vertía sapos y culebras sobre el periódico que le pagaba, creo que debería sentirse liberado. Y viceversa.