La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona ha acordado una partida presupuestaria para una campaña trimestral de limpieza vertical de espacios privados. No tengo claro que esta fórmula sea la solución definitiva porque a cada lavado de portales o persianas le suele seguir un nuevo repintado o grafiteado, aunque mi indignación nace de la idea de dirigir esta propuesta con especial intensidad a las zonas de la ciudad que tienen mayor valor histórico artístico y atractivo turístico y comercial. Dicen que “sin descuidar” al resto. Digo que siempre habrá clases. Y en una de esas calles que todo Consistorio mima, Estafeta, ha cerrado definitivamente un local que creí eterno, el primer chino que muchos conocimos en la ciudad. Da una pena infinita porque el restaurante nos ha sacado de mil. Allá peregrinábamos cuando todo estaba a tope, cuando era muy tarde o muy pronto, cuando éramos tantos que nadie nos hacía hueco, cuando apetecía chino... A los pequeños les encantaba todo aquel ornamento dorado en las paredes y varias cuadrillas tendremos siempre en la memoria a su dueño, ya fallecido, y su hospitalidad a modo de cava gratis en la comida que durante años celebramos el 24 de diciembre. Como entonces y para todos los que quisimos aquel lugar: “Salud y Semi Seco”.