Para qué opinar cuando los datos hablan solos. Veamos: la implantación de apartamentos turísticos –A.T.– es un negocio en expansión en Pamplona y sobre todo en su Casco Viejo, donde hace una década había tres y hoy, 172. Más aún, desde 2020, se han dado de alta en esta zona otros 90 pisos turísticos. Este barrio, con un 5,5% de la población pamplonesa, concentra el 55,30% de la oferta total. Por cierto, una de las plataformas que más inmuebles gestiona, oferta sólo 37 casas en alquiler enloviejo, mientras que si buscas alojamiento para un fin de semana de marzo, encuentras en otra plataforma más de 500 estancias en el corazón de la ciudad (seguro que es una exageración publicitaria, pero ya nos entendemos), eso sí, la mayoría sin estar dadas de alta en el registro tal y como la ley obliga. Estos datos proceden del diagnóstico realizado por la Red Comunitaria AZ del Casco Viejo, preocupada por la gentrificación que paso a paso va creciendo aquí -una realidad ya en capitales como Donosti y Barcelona- y por lo que llaman a las comunidades de vecinos a cambiar sus estatutos para limitar la implantación de dichos pisos. Decía el alcalde esta semana que la proliferación de los A.T. “todavía no es un problema” y que es “el momento preciso para empezar a poner soluciones”. Pues eso.