Ay, Suiza, patria querida... cantaba Aute hace un porrón de años con letra de Forges que hoy seguiría perfectamente vigente. Porque es verdad que la Confederación Helvética tiene sus cosillas, como la protección mediante su inexpugnable secreto bancario de fulanos y organizaciones bastante poco edificantes, pero en otras cuestiones se maneja con bastante seriedad.

En la judicial, sin ir más lejos, suele exhibir unos modos que ya quisiéramos unos miles kilómetros abajo. Es una opinión, con todo que no compartirá el magistrado justiciero Manuel García-Castellón, que acaba de recibir un buen soplamocos desde la Oficina Federal de Justicia de aquel país.

Sin contemplaciones, este organismo ha mandado a un cajón la petición del togado de la Audiencia Nacional de indagar sobre el paradero de la dirigente de ERC Marta Rovira y, ya de paso, de la existencia de una presunta cuenta manejada por el movimiento Tsunami Democràtic.

DUDAS MUY RAZONABLES

Ya no es solo que le hayan dejado compuesto y sin pesquisa a García-Castellón. Es (o debería ser) bastante más humillante para él que esta oficina le requiera información sobre las consecuencias de la futura ley de amnistía española respecto al asunto por el que se solicita la investigación. Vamos que le han olido las intenciones desde la mismísima Berna.

Eso es solo el principio. En otra parte del escrito que conocimos ayer gracias al diario El País -al césar lo que es del césar- se muestra la sorpresa ante el hecho de que cuando, en 2019, el mismo juez pidió las mismas diligencias, no se hiciera la menor mención al terrorismo que ahora sí se subraya en la nueva requisitoria.

¿Quedaba algún color más que sacarle a quien parece haber adquirido como objetivo vital emplumar a Rovira y a Puigdemont? Sí, el del rubor cerúleo que a cualquier encargado de administrar justicia le invadiría si un colega extranjero le preguntase si la causa que está instruyendo obedece a un impulso político.

Hasta que García-Castellón no ofrezca cumplidas explicaciones sobre esas peliagudas dudas de sus señorías suizas, sus solicitudes permanecerán suspendidas. Conociendo la contumacia del individuo, apuesto y gano a que volverá a la carga.