Nos ha dado la semana Núñez Feijóo con los fastos de la mayoría absoluta. La quinta, ¿eh?, la quinta consecutiva, entérense sanchistas, independentistas, proetarras y comunistas. Sólo faltaron los 600 gaiteiros de Fraga y la cúpula del PP bailando la muñeira en Génova. Ganaron y ganaron con holgura. Bien que lo están celebrando y seguirán celebrándolo hasta que ganen del todo. Y entonces… ¡ah entonces!

Ya vale de pasar de monotema a monotema, amnistía, Galicia, amnistía, Feijóo y Sánchez, amnistía, corrupción, rojigualdas, amnistía, la política española como ombligo de nuestro pequeño mundo.

¡Eh, que estamos aquí! Que el Tribunal Supremo –otra vez los jueces– ha anulado la transferencia de Tráfico a Nafarroa y en España parece que ni se han enterado, ni les importa. A los medios de comunicación madrileños, digo, que son los que todo lo monopolizan. Bueno, quizá tampoco sea negativo que pasen de nosotros, ya que cuando se acuerdan de Nafarroa es para maldecir del Gobierno progresista presidido por la socialista María Chivite apoyada por los mismos felones que apoyan a Sánchez. Sanchismo a la navarra. Ladran, luego la ciudadanía navarra cabalgan sobre una sociedad más libre, igualitaria y solidaria. Quienes crean opinión en España no tienen ni idea del sistema foral sobre el que se sustenta la historia de Nafarroa y reconoce la sacrosanta Constitución. Y en Nafarroa, el personal no está dispuesto a que un juez, por más del Supremo que sea, le escamotee lo que es suyo por ley, en este caso la trasferencia de Tráfico. Por lo demás, la Comunidad Foral funciona, y funciona bien, la eterna derecha foral y española –y caciquil– se descompone en tantos años de oposición y sin dase por aludida tras el atraco judicial a la foralidad. Desalojada esa derecha extrema, fuciona, y funciona bien, el Ayuntamiento de Iruñea presidido por el vilipendiado como proetarra Joseba Asiron

Por supuesto, no perderemos de vista los esfuerzos por mantener el Gobierno español de progreso, ni las acechanzas rastreras de una derecha crecida y dispuesta a todo. Pero ya sabemos que para el 21 de abril son nuestras cosas, las que nos deben interesar por encima de las histerias políticas y mediáticas españolas. Tocan elecciones autonómicas en los tres territorios de Hegoalde y anuncian cambios los sondeos. Y quizá también los deseos. Ya ha quedado claro que al menos el cambio generacional está garantizado y, según anuncian, llega también el cambio de ciclo político.

Ha llegado el momento de centrar la atención en lo nuestro. Los navarros y navarras tendrán que estar atentos a ajenas maniobras políticas o judiciales, y reclamar por todos los medios la transferencia que se les pretende arrebatar. Y, por supuesto, reafirmarse en el profundo cambio que se derivó del acuerdo de progreso entre diferentes. En la CAV, no basta con acostumbrarse a las caras nuevas, toca estar atentos para escuchar las propuestas, valorar lo logrado y ponderar lo prometido, respaldar acuerdos y, por encima de todo, jugar limpio. Llevamos demasiado tiempo aguantando el ruido ajeno. Ahora que toca ocuparnos de lo nuestro, no estaría de más demostrar una actitud escarmentada y entrar en campaña con respeto, sin descalificaciones ni agravios y en defensa de nuestra identidad y nuestro autogobierno,

Ya llevamos demasiado tiempo escuchando el ruido de Madrid, un ruido tan intenso, tan machacón, que casi hizo pasar desapercibida a Galicia. Nosotros a lo nuestro, que ya va siendo hora.