Los años bisiestos nos regalan un día. Y eso está bien en estos tiempos donde precisamente el tiempo es un bien escaso. 24 horas de más que nos caen cada cuatro años. Un día extra en el calendario que sirve, dicen, para corregir el desfase con la duración de un año solar, pero que vale para lo mismo que cualquier otro. Eso sí, lo que pasa un 29 de febrero siempre es especial, por el mero hecho de que ocurre en una jornada que lo es.

Nacer, por ejemplo, en ese día hace que los cumpleaños de verdad no coincidan con la edad. Curiosidades habrá muchas y Navarra tiene una importante en su pasado reciente. Justo este 29 de febrero se han cumplido cuatro años del primer caso de covid detectado en Navarra. Una jornada dura que marcó, un antes y un después en muchos ámbitos, sobre todo el sanitario. De alguna manera, este es el primer aniversario real de aquella fecha que nos metió de lleno en la pandemia, sin que se pudiera saber, ni era imaginable entonces, qué nos deparaba el futuro.

Poco después de ese día el tiempo casi se detuvo; el mundo de alguna manera se paralizó, aunque la vida es terca y siempre sigue, por suerte. Aquella tarde de sábado una mujer entró en urgencias con un cuadro muy complicado y tras dar positivo en covid quedó ingresada en la UCI. Había que asimilar de golpe que el virus estaba aquí y que esa persona podía morir. Entonces poco se sabía del virus, ni de su verdadera gravedad, ni de los duros momentos que estaban por llegar, días, semanas, meses, años sumando casos, con el sistema sanitario tensionado al máximo, con sus profesionales dando respuesta a un virus que, nos guste o no, cambió muchas cosas y nos cambió también como personas. Hacia dónde, depende de cada cual. Si a mejor o peor, el tiempo lo va diciendo.

Y aquí estamos, cuatro años después reviviendo lo vivido, sin querer recordar del todo, porque cuando se ha sufrido a veces es más sanador mirar para adelante. Pienso en ese día, en ese tiempo en el que todavía se pensaba que el miedo y la desinformación iban a ser peores que el virus. No creo que lo fueran, pero una cosa llevó a la otra. Y comenzó el goteo de casos. Unos pocos al principio y miles al final, cuando años después se dio por vencida la pandemia. En medio la desescalada, los cierres perimetrales, los contactos estrechos, los pcr, los toques de queda, las cuarentenas o el pase covid... y por fin las vacunas, necesarias para poder ver luz al final del túnel. Todo empezó un 29 de febrero de hace 4 años. Una fecha para no olvidar.